XXXVIII

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Estaba nerviosa.

Mañana jugábamos el siguiente partido y los chicos no paraban de moverse de un lado a otro.

Pedri llevaba dos días enteros tragándose partidos de distintas selecciones y yo lo único que podía hacer era verlos con él.

A veces se veía uno detrás de otro y otras veces conseguía convencerle para salir a pasear y que le diera el aire más allá del que le daba en los entrenamientos.

Alemania era un rival fuerte y lo sabíamos, pero también sabía que nuestros chicos iban a pelear como lo hacían siempre.

Aquel día había dejado a Pedri encerrado viendo un partido y fui a mi habitación para encontrarme con Sira.

Sira y yo nos habíamos hecho muy buenas amigas y sinceramente era una persona maravillosa.

– ¿Está viendo un partido?– dijo apartando la vista de su móvil para mirarme.

– Está viendo un partido.– confirmé mientras cerraba la puerta de la habitación.

Ella me miró sonriendo y me acerqué a ella, que estaba viendo Tiktok.

Al final, como nos aburríamos nos pusimos a hacer algún que otro Tiktok.

Sira después nos hizo un selfie y lo subió a su historia.

Lo resubí y me miró sonriendo.

– Voy a pintarte las uñas.– dijo agarrando mi mano y mirándome las uñas.

– Como quieras.– accedí riendo.

La vi aplaudir y después se levantó para coger su neceser y sacar sus pintauñas.

– ¿Qué color?– dijo mirándome.

– Rojo.

– Me gusta.– dijo sonriendo.– Pues vamos allá.

Estuvimos un rato hablando mientras me pintaba las uñas.

Me contó que tenía un hermano y que cuando eran más pequeños siempre se pegaban y su padre los castigaba a ambos diciéndole cosas bonitas al otro.

Me reí imaginándome la escena en mi cabeza.

A veces me daba envidia ver a la gente ver que se llevaba bien con sus hermanos, porque yo no había tenido ninguno.

Todos se peleaban con ellos y después acababan siendo inseparables. Pero yo de eso no podía hablar porque no lo había vivido.

Después de hacerme las uñas, acabé pintándole yo las suyas.

Puso música en el altavoz y al final acabamos subidas en la cama cantando y bailando.

Alguien abrió la puerta y vi a Ferrán y a Pedri parados en la puerta.

– ¿Me he perdido algo?– preguntó Ferrán.

– Mucho. Por ver el fútbol.– dijo su novia mientras saltábamos al ritmo de la canción.

"We Found Love" de Rihanna empezó a sonar y ambas nos pusimos a chillar como locas y a cantar.

"Yellow diamonds in the light
Now we're standing side by side
As your shadow crosses mine
What it takes to come alive
It's the way I'm feeling I just can't deny
But I've gotta let it go
We found love in a hopeless place"

Me acerqué a Pedri mientras cantaba y lo vi sonreír mientras me daba la mano.

Entonces cuando solo éramos 4, acabaron uniéndose Ansu, Balde y Eric para saltar y bailar con nosotros.

𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora