XVIII

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⚠️ Contenido Explícito

Estaba abusando demasiado de los chicos.

Llevaba todo el día pensando que podía hacer y supe que esto tenía que acabar.

Entonces cuando ambos se sentaron a la mesa conmigo para cenar decidí hablar.

– Mañana vuelvo a Valencia.– dije para después beber.

Ambos me miraron y después se miraron el uno al otro.

Yo me quedé callada esperando a que me respondiesen cualquier cosa.

Entonces Pedri decidió hablar.

– ¿Qué te vas?

– Sí Pedri, tengo que acabar la carrera y después ya veré que puedo hacer.

– ¿Por qué no te quedas aquí? ¿Con nosotros? ¿Conmigo?

Lo último lo dijo en un tono suave, mirándome con ojos de cachorrillo perdido.

Yo lo miré intentando no ceder.

– Jade, puedes quedarte aquí y venir a la Universidad de aquí, te trasladan y ya está.– añadió Fer.

– No sé Fer, además allí ya he conocido a gente y tener que empezar desde el principio en una Universidad nueva...

Fer asintió dándome la razón al final.

Pedri no volvió a decir nada en todo el tiempo que estuvimos cenando.

Cuando terminamos me fui a limpiar la cocina y los platos sucios que habíamos usado.

Tardé más de la cuenta porque había estado ensimismada pensando sin cambiar de plato.

Acabé con los platos y pasé la fregona al suelo de la cocina para subir a la habitación de Pedri.

Cuando entré me sorprendí al ver que estaba sola.

Me cambié y cuando iba a tumbarme le vi entrar por la puerta.

No pude decirle nada, porque se acercó a mí y me plantó un beso.

Yo correspondí y agarré sus mejillas.

Él llegó hasta los pies de la cama y me dejó allí para tumbarme después.

Entonces sus besos empezaron a ir desde mi cuello hasta mi clavícula.

Yo cerré los ojos y él aprovechó para despojarse de mi ropa, dejándola tirada por alguna parte de la habitación.

Llevó su boca hasta mi intimidad y entonces agarré su pelo mientras intentaba acallar el gemido que amenazaba con salir.

Su lengua se hundió en mi intimidad de nuevo y yo solté un gritito bastante bajo.

Levantó la cabeza para mirarme mientras me sonreía con esa sonrisa que me volvía loca.

Yo lo miré embobada.

Después volvió al trabajo.

Estaba a punto de llegar cuando de pronto se apartó levantándose.

Lo miré cabreada de haberme dejado con todo apunto.

Le vi quitarse la ropa y entonces entró en mí y empezó a moverse con rapidez.

Nos mirábamos a los ojos mientras se movía.

Yo me tensé, sintiendo de nuevo la sensación de adrenalina recorrer mi cuerpo.

Y entonces salió de mi interior.

– ¡JODER PEDRI!– lo miré apoyándome en los codos.

– Dime que sí Jade.

𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora