Me desperté e intenté levantarme, pero el peso del cuerpo de Pedri me lo impidió.
Sonreí y le coloqué el pelo que tenía en la cara.
– Pedri... Arriba
Le sentí gruñir un poco y acurrucarse más a mí.
– Tu hermano va a llegar y va a verme desnuda.
Alargó el brazo y me tapó con las sábanas, lo que me hizo reír y verle sonreír con los ojos cerrados.
– ¿Si estás despierto porque no hablas?
– Porque me gusta escucharte a ti.
Sonreí.
– Vas a poder escucharme mucho.
– Siempre.– corrigió.
– Siempre.– repetí.
Le sentí sonreír.
– Venga, arriba, que vamos a llegar tarde a desayunar y me muero de hambre.– dije moviéndolo.
– Yo también.– dijo metiéndose por debajo de las sábanas y le sentí llegar hasta mi intimidad.
Entonces la puerta se abrió dejándome ver a Ansu y a Eric.
– Arr– soltó Ansu y se quedó mirándome.
– Oh dios, que asco.– dijo Eric dándose la vuelta.
– No me jodas que- ¿Pedri? ¿Estás ahí?
Pedri sacó la cabeza de debajo de las sábanas y los miró.
Joder que vergüenza.
– Que cabrón, buena manera de celebrar la victoria ehh.– soltó Ansu riéndose.
– Cállate y salid de mi habitación.– soltó Pedri.
– Encantado.– dijo Eric cruzando la puerta.
– Me lo habéis traumatizado, que lo sepáis.– dijo Ansu viendo a Eric salir de la habitación.– Os vemos abajo... Si seguís teniendo hambre.– dijo saliendo y cerrando.
Yo estaba más roja que un tomate.
Pedri me miró con una sonrisita en sus labios y le pegué en el brazo.
– ¿Cómo se te ocurre?– dije mirándole.
Él seguía riéndose mientras yo le echaba la bronca.
Lo que hizo que acabara riéndome yo también.
Cuando se vistió fuimos a mi habitación para que pudiera cambiarme y después bajamos a desayunar.
Eric nos miró con los ojos muy abiertos y Ansu nos miró sonriendo.
– ¿Qué? ¿Ya habíais terminado?
– ¿El qué?– soltó Balde metiéndose la tostada en la boca.
– Estos dos, que cuando hemos entrado Pedri estaba debajo de las sábanas.– dijo Ansu señalándonos.
– Ansu, cállate ya.– dijo Pedri.
– ¿Estabais follando a las 10 de la mañana?– soltó Ferrán riendo.
– No.– dijo Pedri.
– Sí.– dijo Ansu a la vez.
– Que no.– repitió Pedri.
Yo me senté al lado de Sira, quien me guiñó el ojo sonriendo.
Le sonreí con las mejillas encendidas y me centré en la taza de café que tenía en mis manos.
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𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | Pedri
Teen FictionCuando Jade vuela con Lucas, su maravilloso y perfecto novio a Canarias de vacaciones, era para solucionar algunas de las lagunas que tenían como pareja. Lo que ella no sabía es que iba a cruzarse con alguien que que le iba a hacer cuestionarse si...