La Universidad estaba siendo un auténtico suplicio.
La gente no dejaba de pararme por los pasillos para darme regalos y cosas para Pedri.
Llevaba la mochila más llena de regalos que de libros.
Carla, uno del grupo, Javi y yo estábamos siendo muy buenos amigos.
Habíamos quedado para ir a la biblioteca y recoger unos libros para un trabajo.
Así que Javi y yo quedamos para ir antes.
Estaba buscando uno de los libros cuando sentí la presencia de Javier a mis espaldas.
– ¿Lo encuentras?
– Nop.– dije mirando las estanterías.
– Jade...
Yo lo miré y entonces estampó sus labios sobre los míos.
Me separé al instante y lo miré frunciendo el ceño.
– Javier, lo siento, pero no.
– Jade ¿por qué no puedes darme una oportunidad?
– Porque me gusta Pedri.
– ¿Qué te gusta?
– Sí. Y quiero seguir adelante con él, me siento bien a su lado y no voy a cambiar esa sensación por meterme en otro lío con alguien más.
Javi asintió y después se marchó para seguir buscando el libro.
Cuando encontramos los que necesitábamos, los llevé a casa conmigo y en cuanto entré por la puerta me acerqué a Pedri.
– ¿Ya has vuelto? ¿Has encontrado los libros que necesitabas?
– Quiero hablar contigo.– confesé
Él se giró y me miró esperando a que continuase.
– He ido a la biblioteca con Javier a buscar los libros, mientras los buscaba Javi me ha besado, aunque me he separado rápidamente.
Me miró fijamente, sin decir nada.
No sabía si estaba enfadado conmigo o si lo estaba asimilando.
Entonces se acercó a mí y me abrazó muy fuerte.
– Gracias por contármelo.– dijo separándose de mí.
Yo le sonreí.
Después pegó sus labios a los míos y nos fundimos en un beso lento e intenso.
La puerta se abrió dejándome ver a Fer entrar cargado de bolsas.
Lo ayudé para llevarlas hasta el sofá y después nos sentamos.
Había traído juegos de mesa que siendo sincera, tenían buena pinta.
Estuvimos jugando mientras Pedri se iba a entrenar.
Fer me sonsacó lo que había pasado y casi va a cargarse a Javier.
– ¿Pero ese de qué va?
– Fer...
– No pienso dejar que arriesgue la relación de mi hermano y mi cuñada.
Yo reí y volví a ganarle en la oca.
Estábamos jugando al tres en raya cuando Pedri llegó.
– Dimito.– dijo Fer levantándose.
Yo me reí y aplaudí para picarle un poco, cosa que funcionó porque me lanzó un cojín.
Reí de nuevo y vi a Pedri acercándose.
Lo miré y entonces se sentó.
– Jade, no sé muy bien como expresar esto, pero joder, te has convertido en una persona muy importante y especial para mí. Me encantas. Y aunque te vaya a parecer una locura, estoy enamorado de ti.
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𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | Pedri
Teen FictionCuando Jade vuela con Lucas, su maravilloso y perfecto novio a Canarias de vacaciones, era para solucionar algunas de las lagunas que tenían como pareja. Lo que ella no sabía es que iba a cruzarse con alguien que que le iba a hacer cuestionarse si...