XXII

9.3K 325 21
                                    

Llevaba varios días con Carla.

Siendo sincera, cada día me caía mejor.

Había hablado un par de veces con Fer para preguntarme que tal estaba.

Hasta hoy.

Tenía que ir a casa de los chicos para recoger unas cosas que tenía por allí.

Así que Carla se ofreció a llevarme aprovechando que tenía que coger el coche.

El día estaba nublado y tenía pinta de que iba a llover pronto.

Cuando me paré en la puerta de ellos solté un suspiro.

Abrí la puerta y entré observando que todo estaba a oscuras y en silencio.

Subí hasta la habitación de Pedri y abrí con cuidado.

Estaba vacía.

Me relajé y entonces abrí el armario para buscar mis sudaderas.

– Casi preferiría no estar viendo esto.

Me asusté y agarrándome el pecho me giré encontrándome a Pedri en la puerta.

– Vengo a por mis cosas.– contesté.

– ¿Esto?

Me giré y lo vi con mis sudaderas en las manos.

– Sí. Esas

Las tiró por las escaleras y se cruzó de brazos delante de la puerta.

Yo fui hasta allí e intenté pasar pero no pude.

– Pedri muévete.

– Estoy muy cómodo así, gracias.

– Pedri

– Jade

Joder.

Intenté empujarle, pero tampoco funcionó.

– Déjame pasar, recoger mis cosas y me piro.

– ¿Eres consciente de que no quiero que te vayas?

Lo miré fijamente.

– Haberlo pensado antes de seguir hablando con la chica aquella.

– La chica aquella es mi amiga, Jade.

– No me importa

– Ambos sabemos que sí.– dijo mirándome.

– Apártate de la puerta.

– No.

– Joder Pedri, déjame salir. Me ha jodido lo que has hecho y no puedo perdonarte.

– ¿No puedes perdonarme a mí pero a tu ex sí lo has hecho una y otra vez?

Auch.

– Te recuerdo que nunca le he perdonado nada. Empecé a dejar de interesarme por él y por su vida y créeme que sí hiciera eso contigo, se habría acabado todo. Aunque bueno, todo se acabó cuando crucé por la puerta de tu casa.

– Sabes que quería decir eso.

– ¿No? Pues lo dijiste.

– Jade, siéntate y déjame hablar.

– Ya escuché bastante el otro día.

Pedri me agarró por los hombros e inconscientemente cerré los ojos pensando en lo que venía ahora.

Pero no ocurrió nada.

Los abrí y entonces empecé a llorar.

Estaba hablando con Pedri, no con Lucas. Pedri no me pondría la mano encima jamás.

𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora