Me levanté viendo que volvía a ser trend en Twitter y miré las fotos que nos habían hecho en la playa.
Bajé a la sala donde estaban los dos hermanos jugando a la play.
Rosy y Fernando estaban terminando de arreglarse.
– Que guapos ¿qué celebráis?– pregunté sonriendo.
– Celebramos que es nuestro aniversario.
– Que bonito. Pues venga, a pasarlo bien.– sonreí.
Ellos se despidieron y me dejaron sola con estos dos trastos.
Aunque al poco Fer dijo que iba a salir así que solo quedábamos Pedri y yo.
Pedri se acercó a mí y yo lo miré.
– ¿Quieres que vayamos a dar una vuelta?– dijo llegando hasta mí.
Asentí y nos cambiamos para después salir.
La gente nos miraba y cuchicheaban, pero la verdad es que no podía importarme menos.
Mientras paseábamos a Pedri se le antojó comprarse un paquete de gominolas.
Fue comiéndoselas por el camino y yo le robé alguna que otra.
Sin pedírselo, me compró algodón de azúcar y fui comiéndomelo, obviamente sabía que iba a robarme.
Tuvimos que pararnos a que se hiciese fotos.
Me encantaba como actuaba con los niños, siempre les daba una sonrisa y los abrazaba si los veía muy nerviosos.
Era un amor.
Tras una sesión intensa de fotos, fuimos paseando de nuevo hasta que se hizo de noche.
Cuando llegamos a casa, Fer estaba con unos amigos en el salón.
Yo entré en la cocina para coger una botella de agua.
Un chico entró y me miró fijamente.
Yo le sonreí y bebí agua.
– Hola guapa.– dijo el chico acercándose.
Yo lo miré extrañada.
Pedri entró en la cocina y después se acercó a mí poniendo una de sus manos en mi cadera.
El amigo de Fer miró la mano de Pedri y se fue por donde había venido.
– Te dejo sola un minuto y se te tiran como toros.– dijo sonriéndome.
Yo me reí y le di en el brazo despacio.
Fuimos al salón y vimos a los amigos de Fer marcharse.
Encendieron la tele para ponerse a ver un partido.
Ambos iban en un equipo distinto y era gracioso verles pelear.
Pedri celebraba los goles mientras Fer despotricaba pidiendo VAR.
Yo me puse a grabarles mientras me reía en silencio.
Después de aquello se levantaron para hacer algo de cenar.
Propusieron hacer una pizza casera y yo acabé haciendo de pinche.
Me tenían de un lado a otro de la cocina y me cargaban de latas y botes.
Yo me reía porque no podía llevarlo todo en las manos.
Pedri me ayudó y después metieron la pizza en el horno.
Mientras se hacía la pizza Pedri y yo nos pusimos a jugar al escondite.
Sí, al escondite, pero con su móvil.
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𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | Pedri
ספרות נוערCuando Jade vuela con Lucas, su maravilloso y perfecto novio a Canarias de vacaciones, era para solucionar algunas de las lagunas que tenían como pareja. Lo que ella no sabía es que iba a cruzarse con alguien que que le iba a hacer cuestionarse si...