XXXVI

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⚠️ Contenido Explícito

Narra Pedri

Subí por el ascensor de camino a la habitación.

Estaba contento por haber ganado el partido, así que sabía que esta noche iba a dormir demasiado bien.

Había querido ir a ver a Jade, pero Sira me había dicho que estaba en la ducha pero que la avisaría para que viniera a verme.

Puse la tarjeta en la puerta y entré.

Encendí las luces acordándome de que mi hermano no iba a dormir aquí.

Cerré detrás de mí y tiré la bolsa al suelo para deshacerme de las zapatillas.

Cogí el móvil mirándome un resumen del partido y me quité la chaqueta.

Entonces unas manos me taparon los ojos.

Y sentí su suave voz en mi oído.

– Buenas noches, campeón.

Sonreí y me mojé los labios.

– ¿Cómo has entrado?

– Un mago no revela sus trucos, cariño. Tengo una sorpresa para ti, date la vuelta con los ojos cerrados.

Quitó sus manos de mi cara e hice lo que me pidió.

La sentí tirar algo al suelo y después habló.

– Ábrelos.

Los abrí y casi me caigo al suelo.

Tragué saliva y la miré comiéndomela con los ojos.

Se había cortado el pelo y llevaba un puto conjunto de encaje. Blanco.

Joder.

Estaba apoyada en la puerta del baño y parecía un ángel.

Me miró sonriendo y se acercó a mí.

Olía a vainilla y mi entrepierna pedía ayuda urgente.

– ¿Te gusta?– soltó colocándose las tiras del sujetador.

– Joder.– espeté.

– ¿Eso es un sí?

– Es un "ven aquí y chúpamela, Jade"

La vi sonreír y entonces me empujó un poco hacia atrás.

Después se puso de rodillas y la miré fijamente, intentando fotografiar ese momento.

La vi desabrochar mis pantalones y bajarlos rápidamente.

– Creo que hoy alguien ha hecho un buen partido.– dijo mirándome.

– No he marcado.

– Pero habéis ganado, así que vas a tener tu premio.

Jooooodeeeeeer.

Se deshizo de mis bóxers y entonces agarró mi entrepierna con la mano para empezar a bombear.

Cerré los ojos.

– Cariño, necesito que me mires.

Abrí los ojos y entonces la vi besar la punta.

La miré fijamente y entonces después de guiñarme el ojo, se la metió en la boca, sin problema ninguno.

Su mano seguía bombeando y su cabeza subía y bajaba creando un vaivén que estaba volviéndome loco.

Entonces la vi demasiado vestida y bajé mis manos intentando bajarle uno de los tirantes del sujetador.

𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora