𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | Pedri

XXI

⚠️ Contenido Explícito

Sube. Baja. Sube. Baja. Sube. Baja

– Joder Pedri

– Un poco más

– Que no puedo, me duele todo.

Pedri me quitó las pesas de los brazos y me ayudó a levantarme.

– Dios.– dije suspirando.

Pedri y yo llevábamos unos días yendo al gimnasio aunque me estaba dando cuenta de que eso no era lo mío.

Me senté a beber agua para verle hacer flexiones.

Sonreí y me levanté entre quejidos para sentarme sobre su espalda.

Él reía pero siguió haciendo flexiones.

– ¿Cuánto te queda?– pregunté ya aburrida.

– Solo... una más.– dijo terminándola.

Me levanté y después recogimos las cosas.

Al llegar a casa Fer no estaba.

– Dios, vengo sudada y con más agujetas que yo que sé.– me quejé.

– Jade, eres una floja.– bromeó.

Yo me giré y le pegué en el brazo, lo que le hizo reír el doble.

Me cogió en brazos y subimos las escaleras.

Al llegar al piso de arriba me pegó a una pared y entonces me besó.

Correspondí su beso pero me separé al instante.

– Pepi... estoy asquerosa.

– Estás sudada y sexy.

Yo me reí y volví a besarle, esta vez con más ganas.

Él me agarró el culo y apretó fuerte, lo que me hizo soltar una pequeña queja.

Pedri me despojó de la ropa y entró en la ducha conmigo.

Empezó a desnudarse y entonces entró en la ducha.

Le agarré de la cara y lo besé.

El agua fría empezó a resbalar por nuestros cuerpos.

Me giré y le di al agua caliente.

Pedri me cogió en brazos y entonces entró en mí.

Agarró mi cintura y empezó a moverme de arriba a abajo.

– Parece que estás haciendo pesas.– dije entre gemidos.

Me dio una de sus sonrisas y aceleró el ritmo.

Yo gemía mientras me quitaba el pelo de la cara.

Pedri gruñó y cerró el grifo para después seguir moviéndose.

Me tensé sabiendo que no iba a durar demasiado.

Cuando Pedri dio la última embestida llegué al clímax, con él.

Fue entonces cuando escuché a Fer hablar desde fuera del baño.

Pedri salió sonriendo y me dejó terminándome de duchar.

Salí del baño vestida y cediéndole el sitio.

Entré en la cocina y vi a Fer comiéndose un plátano.

– Hola.– saludé y abrí la nevera.

– La sesión de deporte bien ¿no?

Yo me sonrojé y me giré para verle riéndose.