Los dos hermanos iban a aprovechar estas vacaciones de 10 días que le habían dado a Pedri para visitar Tenerife.
La verdad es que se lo merecía.
Les vi haciendo las maletas como locos mientras ponían música de fondo.
Empecé a reírme al ver a Fer bailar twerk.
Pedri miró a su hermano riendo.
– Eres muy tonto eh.– dijo este a su hermano.
Fer se reía y me levantó para hacerme bailar con él.
Pedri lo miró fijamente.
Me hacía gracia que Pedri se pusiera celoso de su propio hermano.
– Déjala ya y vete a terminar la maleta para que ella haga la suya.
Lo miré frunciendo el ceño.
– ¿Qué haga qué?
– Jade, que hagas tu maleta, nos vamos en 3 horas.
Lo miré en shock.
– Pedri estás loco ¿has pagado otro billete de avión para mí?
– Ojalá el dinero fuese una de mis preocupaciones ahora mismo.– confesó este.
Subí a toda velocidad e hice la maleta a un tiempo récord.
Unas horas después salíamos para llegar al aeropuerto.
Se me hacía raro volver a ir a Tenerife sin la compañía de Lucas.
Pedri me agarró la mano al sentir que me había perdido entre mis pensamientos.
Le sonreí y pasamos por el control para irnos directamente al avión.
Tenía a ambos hermanos sentados al lado de mí.
Cuando el avión despegó aproveché para dormir.
Aunque se me hizo muy corto, porque sentía que solo habían pasado dos minutos desde que nos habíamos montado.
Pedri me movía con cuidado para despertarme.
Tras conseguirlo bajamos del avión viendo a sus padres esperándonos.
Nos montamos en el coche y llegamos a su casa.
Sonreí al entrar encontrándome con millones de fotos de los chicos de pequeños.
Agarré un cuadro de una de las fotos de Pedri de pequeño mirando la cámara sonriendo.
– Puedes quedártela.– dijo Rosy sonriendo.– Tenemos 4 de esa y por lo que veo es que te encanta esa foto.
Sonreí y se lo agradecí y guardé el cuadro.
Pedri me llevó después con él hasta su habitación y dejamos las maletas.
– ¿Quieres ir a la playa?
Asentí sonriendo y me dejó en la habitación para que me pusiera el bikini.
Estaba atándome el nudo de la parte de arriba cuando la puerta se abrió dejándome ver a Pedri.
– ¿Estás ya?
– Casi. No soy capaz de abrocharme esto.
Se acercó y agarró la cuerda para después hacer un nudo y darme un beso en la espalda.
Cogimos unas toallas al bajar y corrimos hasta la playa.
Cuando llegamos estiré la toalla y me tumbé para tomar el sol.
Los dos hermanos fueron a la orilla echando una carrera.
Yo miré el móvil de Pedri y lo cogí para meterme en la cámara y hacerme una foto.
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𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | Pedri
Novela JuvenilCuando Jade vuela con Lucas, su maravilloso y perfecto novio a Canarias de vacaciones, era para solucionar algunas de las lagunas que tenían como pareja. Lo que ella no sabía es que iba a cruzarse con alguien que que le iba a hacer cuestionarse si...