Cuando me desperté a la mañana siguiente el otro lado de la cama se encontraba vacío.
Bajé y me llegó el olor de pan recién tostado.
Entré en la cocina viendo a Rosy sacar el pan de molde de tostadora.
– Buenos días Rosy.– dije entrando en la cocina.
– Hola hija, ¿tienes hambre?
La miré negando un poco.
– Tengo el estómago un poco revuelto.
– Pues por eso, come y verás como se te asienta.
La miré y haciéndole caso me senté a la mesa y comí un poco de una tostada.
– ¿Qué tal con mi pequeño?
Tosí un poco. No me esperaba aquella pregunta.
– Estamos bien, aunque vamos poco a poco. Quiero que él se sienta cómodo y yo quiero superar mis problemas de la anterior relación.
– Jade... respetaos mutuamente. No hay cosa que peor se haga que es perder el respeto hacia alguien, y más si es alguien a quien quieres.
Yo asentí metiéndome otro trozo de tostada en la boca.
– Espero que Pedri lo haga bien. Les hemos enseñado bien en casa, o eso creo.
– Sus hijos están muy bien educados Rosy. Son tan dulces, amables, simpáticos y atentos como sus padres.
Ella me sonrió y me acarició la mejilla.
– ¿Qué tal la pierna?
– Bueno, parece que ya va a mejor, Pepi me curó anoche así que gracias a la ayuda de ambos va todo bien.
Tras aquello la puerta de la casa se abrió haciendo sonar barullo por toda la casa.
Padre e hijos entraron con algunas cajas de cartón y las dejaron en el salón.
Rosy agarró mi mano y sonrió.
– Ven aquí.– dijo llevándome hasta el sofá.
Me sentó y se sentó a mi lado sacando un álbum de fotos.
– Oh no.– dijo Pedri.
– Oh sí.– exclamamos su madre y yo a la par.
Abrió el álbum y nada más hacerlo me encontré con un bebé con el culo al aire.
– Ese es Fer.– dijo Rosy viendo la foto.
– Que bonito.– reí.– El culo, digo.
Fer me miró y me hizo una mueca riendo.
Rosy pasó la página y encontré otra foto de los dos hermanos.
Ambos con la camiseta del Barça y posando para la foto.
Al pasar la página había otra, de Pedri, con el balón en las manos.
Miraba a cámara sonriente.
De pequeño era más bonito y adorable.
Iba a comerme esos cachetes.
Miré a Pedri sonriendo y él puso los ojos en blanco.
– Pedri, sales muy adorable
Él se puso rojo y su hermano empezó a reírse de él, lo que hizo que Pedri le tirase un cojín y este se lo devolviese, originando una pelea de hermanos.
– Ya vale los dos, sois como críos.– dijo Rosy riendo.
Ambos seguían pegándose con el cojín en la cara.
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𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | Pedri
Ficção AdolescenteCuando Jade vuela con Lucas, su maravilloso y perfecto novio a Canarias de vacaciones, era para solucionar algunas de las lagunas que tenían como pareja. Lo que ella no sabía es que iba a cruzarse con alguien que que le iba a hacer cuestionarse si...