XL

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⚠️ Contenido Explícito.

Pedri y yo habíamos decidido irnos a vivir juntos hace unos meses.

Había sido una locura porque no conseguíamos ponernos de acuerdo en que nos gustara la misma.

Fer intentaba ayudar, aunque tampoco podía hacer mucho.

Aquel fin de semana Rosy y Fernando venían para hacer compañía a sus hijos.

– ¿Has traído tomates?– pregunté mirando a Pedri entrar por la puerta de la cocina.

– Yes.– dijo colocando la compra.

Fer bajó para ayudarnos a hacer la comida para cuando sus padres llegaran.

Sentí que alguien se me acercaba por detrás y sonreí.

– Esta noche vamos al cine.

– ¿Al cine? ¿A ver qué película?

– Ya lo sabrás.– contestó Pedri dándome un beso en la nuca.

Sonreí y me giré para abrazarle justo cuando el timbre sonó.

– Ya están aquí.– dije y fui hasta la puerta y abrí.

Fer entró cargado de bolsas con tuppers y yo reí.

– Son algunas cosas que he hecho para estos días.– dijo Rosy acercándose a mí y dándome un abrazo.

Comimos en el jardín mientras charlábamos.

– ¿Ya habéis encontrado casa?– preguntó Fernando.

– Que va, no conseguimos estar de acuerdo.– dije dándole un trago al vaso de agua.

– Es normal, es un proceso algo complicado.– dijo Rosy sumándose a la conversación.

Asentí sabiendo que tenía razón.

Cuando terminamos de comer Rosy y Fernando chantajearon a Fer para llevarles a tomar un café, así que Pedri y yo empezamos a arreglarnos para ir al cine.

Estuvimos toda la tarde paseando hasta que llegó la hora para que la película empezara, así que fuimos al cine y estuvimos viendo la película.

Cuando salimos ya era de noche, a Pedri se le antojó comer hamburguesa así que fuimos al McDonalds.

Después nos montamos en el coche para volver a casa.

Mientras íbamos en el coche vi que no íbamos a casa.

– Cielo ¿dónde me llevas?

Paró frente a una fila de casas y me hizo bajar del coche.

Después llegó hasta una de las casas y le vi sacarse una llave del bolsillo para abrir.

– Bienvenida a nuestro nidito de amor, cariño.

Abrí la boca viendo la casa. Estaba amueblada y era grande y preciosa.

– Pedri ¿qué-

– La vi hace mucho tiempo y supe que ibas a amarla, pero todavía estaban terminando de construirla, así que tuve que decirte que las casa a las que íbamos para verlas no me gustaban.

Lo miré sonriendo y me lancé a sus brazos.

– ¿Te gusta?– dijo abrazándome sonriendo.

– Es preciosa... Gracias

Él me dio una sonrisita y entonces me besó.

Yo tiré de su pelo hacia atrás y sus manos bajaron a mi cintura.

𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora