E P I L O G U E

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1 año después

La llegada de Jaime a casa supuso un cambio radical en nuestras vidas.

Rosy y Fernando se dejaban caer más por nuestra casa y Fer estaba aquí todos los días.

Por no hablar de los chicos.

– Esto es un balón.– dijo Ansu.

– Es un bebé de 1 año Ansu, no te entiende.

– Que si, callad.

– Ansu, a mi hijo voy a enseñarle de fútbol yo.– soltó Pedri.

– Va a ser delantero.– dijo Ansu.

– Una mierda, va a ser centrocampista.– soltó Pedri.

– ¿Y si quiere ser portero?– dijo Eric.

– No.– dijeron los otros dos a la vez.

Nos echamos a reír y cogí a Jaime en brazos.

– Voy a cambiarle el pañal.

– Yo lo hago.– soltó Gavi.

– Miedo me da.– dijo Balde partiéndose de risa.

Gavi lo fusiló con la mirada y entonces pusimos una toalla y tumbé a Jaime.

– Vale, esto es muy fácil ¿vale?– dije mirando a Gavi, quien asintió.

Pedri se reía sabiendo que le estaba mintiendo un poquito.

– Quítale el pañal.– ordené.

Gavi desabrochó los agarres del pañal y después tiró de él hacia abajo.

– Muy bien, ahora vas a agarrarle las dos piernas, vas a levantárselas y vas a quitar el pañal.

Gavi asintió y empezó a hacer lo que le había dicho.

– Genial, lo estás haciendo genial.– dije sonriendo.– Ahora coge las toallitas y límpiale.

Gavi cogió un par de toallitas del paquete que le había tendido y entonces le limpió todo.

– Perfecto, has tenido suerte de que ya había hecho caca antes.– dije riéndome.– Ahora coge esa crema de ahí.– dije señalando.– Y vas a pasársela por todos los sitios en los que tenga la piel rojita.

Gavi se echó crema en una de sus manos y después esparció la crema por su culete y sus partes.

– Ahora coge el pañal y coges sus piernas otra vez para levantarle el culo y lo pones debajo.

Asintió y fue haciéndolo mientras se lo decía.

– Ahora ábrele un poco las piernas para estirar el pañal y después los enganches se los pegas al frontal.

Gavi sonrió cuando terminó y empezó a aplaudir.

Jaime nos miraba fijamente a ambos.

– Lo ha hecho mejor que tú.– dije mirando a Pedri.

– Eso no vale, la primera vez que lo hice no era solo pipí.– contraatacó él.

Gavi soltó una risita y cogió al niño en brazos.

– Si vas a meterte en la piscina con él, hay que echarle crema.

Me lo dejó de nuevo para poder echarle crema para que no se quemara y después Gavi se metió en la piscina con él.

Se pasó toda la tarde jugueteando en la piscina con él.

Hasta que se unieron todos y acabé uniéndome también.

𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora