VIII

12.6K 419 76
                                    

⚠️ Contenido Explícito

No entendía nada acerca de mi vida, pero en esos momentos con Pedri agarrándome por el culo y dejándome caer en su cama tampoco me preocupaba.

Sabía que esto estaba mal, no, fatal. Yo tenía novio y estaba aquí con este chico que ahora mismo se encontraba entre mis piernas besando y lamiendo mis muslos con mimo.

Dios mío...

Pedri se quitó la camiseta y la tiró a algún lugar de de la habitación mientras volvía a abalanzarse sobre mis labios.

Yo correspondí aquel beso y le ayudé a desnudarme y después lo desnudé yo a él.

Su cuerpo era digno de admirar.

Tenía la piel morena gracias al sol de Tenerife, el pelo le caía por la frente y el vello de su pecho hacía un recorrido hasta su entrepierna que ahora mismo se encontraba tapada y lejos de mis pecaminosas manos y ojos curiosos.

Bajó su mano hasta mi intimidad y empezó a tocarme.

Los gemidos amenazaban con salir de mi boca, pero su otra mano los acalló.

– ¿Quieres que se despierte mi hermano y que se una a la fiesta?

Negué varias veces con la cabeza mientras su mano trabajaba con rudeza en mi interior.

A este paso desconocía cuantos dedos había metido, pero sé que necesitaba gemir.

Cuando iba a hacerlo sus movimientos pararon y alejó su mano.

Lo miré enfadada.

Él me sonrió burlándose de mí y entonces bajó su bóxer dejándome ver su longitud.

"Ave María Purísima"

Se acercó a mí para volver a besarme y entonces sin previo aviso se hundió en mi interior.

Solté un gemido que estaba luchando por contener y él me miró.

Estuvo unos segundos quieto, dejando que me acostumbrase, pero yo intentaba moverme.

Hacía mucho tiempo que no follaba y creo que estaba un poco necesitada.

Pedri empezó a moverse después a un ritmo lento mientras yo me perdía en sus gestos, su boca entreabierta, sus ojos cerrados, el pelo que se movía con sus movimientos, su lengua humedeciendo su boca.

Me lancé a sus labios y él correspondió a mi beso con necesidad mientras aceleraba sus movimientos.

En algún momento dejó de escucharse nuestros gemidos y lo único que se escuchaba eran sus embestidas en mi interior.

Recuerdo que la primera vez que lo hice con Lucas había pensado que menudo polvo estaba echando...

Estaba equivocada.

Eso no era nada comparado con lo que Pedri estaba causando en mí.

Me había colocado a cuatro para darle más espacio y había entrado por detrás y había agarrado mi cadera para moverse con fuerza.

Mordí mi labios rezando para que Fer no se despertase

– Jade... dime que no vas a abandonarme después de esto... que esto no ha sido solo un polvo y ya.– dijo detrás de mí sin dejar de moverse.

– Pedri. Quiero dejar a Lucas joder.

– ¿Vas a dejarle?

– Sí

– ¿Sí?– dijo bajando una mano y estimulando mi clítoris.

– ¡Sí! ¡Sí!– me tapé la boca después de aquello.

Pedri acarició mi culo con mimo y dejó un beso en mi nalga derecha.

– Jade.

Hice un sonido para que continuase hablándome. Quería escucharle, quería oír ese acento canario toda la vida.

– Vente conmigo. Deja Valencia y vente aquí, conmigo.

Mi mente se fue durante unos segundos.

No me dio tiempo a decir nada porque después de unas embestidas más ambos llegamos al clímax.

Me tumbé de espaldas y él se apoyó en esta para besarla después.

– Jade, sé que esto es complicado... Mucho. Pero ese tío lo tiene todo y aún así no te gusta.

– Pedri... Lucas ha dejado de gustarme, pero no significa que no me importe. No quiero dejarle así como así. Quiero hablar con él cuando llegue a Valencia y que quedemos las cosas bien.

Él asentía mientras yo hablaba.

Sabía que Pedri podía sentirse como 2° opción, pero creo que no debía sentirse así.

Era una situación complicada y él más que nadie debía entenderme antes de dar más pasos de los que ya habíamos dado.

– Te entiendo Jade. Y estoy dispuesto a ayudarte en lo que necesites y voy a esperarte lo que haga falta.

Era un amor.

Nos quedamos dormidos acurrucados el uno al otro.

Me levanté cuando me sonó la alarma y la apagué para no despertarle.

Tenía que volver a Valencia y el tren pasaba a las 9.

Así que lo arropé y me vestí poniéndome una de sus sudaderas para después escribirle una notita en un post-it.

Cuando me monté en el tren me invadió una sensación de tristeza horrible.

Me encantaba Barcelona y Fer y Pedri me habían acogido con mucho cariño.

No quería volver a Valencia pero la facultad empezaba pasado mañana y antes quería ir a ver a mi madre a Castellón.

Mis padres se divorciaron hace unos años pero seguían llevándose genial. Aún así no vivían juntos y mi madre deseaba vivir en Castellón.

Cuando llegué a Castellón mi madre estaba esperándome en la estación.

Cuando entramos en casa preparó la cena para ambas.

– ¿Qué tal Valencia cariño?

– Bien mamá, algo duro y la facultad es bastante agobiante, pero estoy genial.

– Me alegro princesita mía. ¿Y Lucas?

Ahí estaba. Creo que les importaba más mi novio que yo.

– Lucas está en Valencia. Aunque cuando llegue hablaré con él.

– ¿De qué cariño?

– Voy a dejarle, mamá.

– ¿Qué? ¿Por qué?

– Porque no siento nada por él.

– Cariño, es un chico estupendo, cuida de ti, te respeta y te adora. No le dejes, quizás es una fase por la que estás pasando. Luego vas a arrepentirte de haberle dejado y alguien te lo habrá arrebatado. No lo hagas, hazme caso.

– Voy a hacerlo mamá.

– Jade

– No. No pienso estar con un chico por el cual ya no siento nada mamá. Y no es el chico perfecto que tú crees.

– Si no ha sido perfecto es porque algo habrás hecho.

– ¿Perdona? El que ha destrozado la relación poniéndome los cuernos ha sido él, mamá. Soy joven, íbamos a dejarlo en algún momento.

– Las relaciones no van de edad y sí duran.

– Ya. Como la de papá y tú ¿no?

– Vas a arrepentirte de dejarle.

Me levanté. No estaba dispuesta a escucharle opinar sobre una relación que no era suya.

Aquella noche volví a montarme en otro tren, pero esta vez de mal humor.

Iba a hablar con Lucas.

- - - - - - - - - - -

La madre me genera violencia je

Pedri te quiero ❤️

𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora