𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | Pedri

III

6 meses más tarde

Mi relación con Lucas no acababa de mejorar. No sé en que momento pero de repente nuestra relación era una relación abierta sin que yo hubiera dicho nada.

Lucas había quedado conmigo en Barcelona para ir a ver un partido del FC Barcelona.
A mí no me apetecía la verdad, pero que podía pasarme si me negaba...

Me puse una chaqueta encima de la camiseta de tirantas y bajé cuando Lucas me escribió diciéndome que estaba abajo.

Entré en el coche y me abroché el cinturón.

Cuando llegamos al estadio estaba a rebosar. Creo que no había visto a tanta gente en mi vida.

Después de casi media hora de cola, conseguimos entrar y ya los equipos entraban al túnel de vestuario para que comenzase el partido.

Cuando salieron se colocaron en sus respectivos lugares y el pitido dio comienzo al partido.

Iban bastante igualados y Lucas estaba a punto de morirse de un ictus allí.
Entonces un chico del equipo culé regateó a 2 o 3 jugadores del equipo rival y metió gol.

El estadio se llenó de gritos y de gente de pie celebrando y saltando por aquel tanto.

El jugador se acercó a las gradas celebrando y entonces fue cuando flipé.

– Que bueno eres, Pedri.– dijo Lucas sentado a mi lado aplaudiendo

Yo me había quedado en shock.
Pedri seguía celebrándolo con la grada cuando de repente su mirada se fijó en nosotros.

No supe decir si nos reconoció o no. Pero se fue por donde había venido.

El Barça metió otro gol más y el pitido marcó el final del partido.

Lucas quería ir al baño así que entre los carteles encontramos los baños.

Mientras Lucas entraba, yo me quedé apoyada en la pared mirando a un punto fijo del suelo.

– ¿Qué hace una ladrona de croquetas y madrileña por estos páramos?

Sonreí sin ni siquiera quererlo y levanté la cabeza.

– ¿Perdona?

– ¿No me recuerdas?– se acercó a mí dejándome atrapada en la pared.

Lo miré y sonreí.

– Ahh... ¿Eres aquel chico rencoroso al que le quité las croquetas?

– Exacto. Aunque esa parte no me gusta. Mejor digamos que soy aquel chico con el que te comiste la boca en un baño de Tenerife.

Lo miré fijamente. Solo habían pasado 6 meses desde aquello, pero él estaba más guapo.

– ¿Vives en Barcelona o sigues siendo tan tonta de vivir en Madrid?– dijo acercándose un poco.

– Pues para tu información vivo en Valencia. Estoy en la Universidad allí.

– En algo si fuiste lista.– dijo sonriéndome.

Creo que ya sabía a que se refería. La última vez que nos vimos mi novio acababa de ponerme los cuernos en mi cara y él me preguntó que iba a hacer en ese momento.
Me dijo que tomara la decisión que yo creyese que era la mejor.

Aunque nunca llegué a tomar decisiones porque mi relación con Lucas se enfrió del todo.

Pedri me miró fijamente y mientras miraba alrededor me pasó su teléfono.

– ¿Qué?– le dije agarrando el móvil.

– Escribe tu número, puede que tenga que escribirte.

Sonreí y escribí mi número sin pensarlo mucho.
Le devolví el teléfono y me acarició el hombro para después ir a los vestuarios.