Debíamos entrar en la Fortaleza desapercibidos, ya corrían los rumores sobre lo que paso en el puerto. No podíamos seguir arriesgando tanto. Además, tampoco podríamos seguir tardando tanto, la semana que mi padre dio para que volviéramos ya había pasado. Si seguía pasando el tiempo, quizá los Licántropos y los Humanos entraríamos en guerra más pronto de lo previsto.
Cuando Greeb y Thanor salieron y encontraron el rastro de Yëst se subieron a un carro, por poco entran a la Fortaleza, así que esta vez haríamos lo mismo. Era invierno, muchos comerciantes llegan a la Gran Fortaleza de Berph para reencontrarse con sus familias o vender las pocas mercancías que les quedan. Seguramente por el aumento de comerciantes, habían hecho otro camino, que también estuviera cerca del río para que losmpescadoes y los navegantes hubieran acceso a él.
Cerrarían las puertas cuando oscureciera, tendríamos que buscar transporte pronto, sino nos quedaríamos fuera. Se estaba haciendo tarde y los carrod que pasban eran demasiado pequeños para los cuatro. No queríamos subir por separado, corríamos el riesgo de que no nos pudiéramos encontrar y nos atraparán, pero si no quedaba otra opción eso haríamos.
- Tendremos que abandonar la idea de ir todos juntos. -dijo Mezth.
En ese momento divisamos una caravana de gitanos, al menos la suerte estaba de nuestro lado. Los carros iban al final y nadie venía detrás de los gitanos, lo que era bueno. Para poder llevar las cosas de todas esas personas los carros debían ser bastante espaciosos.Nunca ví un grupo tan numeroso de gitanos en una sola caravana, calculo eran unos cuarenta o cincuenta.
-Rápido, subamos.-dije.
Logramos subir al último carro, y no estaba vacío. Toneladas de comida, luego de la lección de natación del día anterior, no me vendría mal llenarme el estómago.
-Los gitanos no se molestarán si les aliviamos un poco na carga ¿verdad?- preguntó Greeb.
-No lo creo.- respondió Thanor.
- ¡Aquí atras! Tienen kilos de carne.dijo Mezth abriendo unos paquetes en la parte de atrás.
-Comamos, pero solo no hagan ruido.- dicho esto, se dio la gran apertura del nuevo bufete todo lo que pueda comer.
Una hora más tarde cruzamos las puertas de la Fortaleza. Solo por si acaso, nos escondimos un poco detrás de una pila de cajones llenos de fruta. Pasaron unos minutos hasta que el carro se detuvo. Faltaba poco para el anochecer y cerraron las puertas. Los gitanos se ubicaron en un rincón de la plaza del mercado. Ya no quedaba nadie en el mercado, las sombras comenzaban a cubrirlo todo. Aún así, debíamos bajar de esa cosa cuanto antes, los gitanos no se pondrían felices si nos veían allí.
Yo fui la primera en bajar, seguida de Thanor, Mezth y Greeb. Corrí lo mas sigilosamente que pude hacía un basurero que se encontraba en un callejón. Apenas segundos después de que nos bajaramos, un humano pasó exactamente por el mismo lugar por el que nosotros.
-¿Qué sucede?-preguntó un segundo hombre, que al parecer estaba del otro lado del carro.
-Nada, creí haber visto algo. Debió haber sido mi imaginación.-respondió.
Ya sin moros en la costa, nos dividimos en dos grupos, al igual que la vez anterior, yo con Thanor y Greeb con Mezth. Greeb y yo hablamos en privado y decidimos que no era seguro qu eMezth y Thanor fueran juntos. Solo lo haríamos en caso de emergencia, ya habían dado muestras de rivalidad antes, no podíamos permitirnos que formaran un escandalo. En el carro, momentos antes, se pelearon(no demasiado brusco dadas las cirscuntancias) por un simple pedazo de carne igual a los demás. A Mezth le quedo un hermoso agujero en na oreja. Quizá algún día comsidere ponerse aretes .
Teníamos que hallar los calabozos, allí debían estar Yëst y los demás. En este tipo de ciudades, dado a su tamaño, los calabozos se encontraban detrás del castillo, para así tener más guardias en caso de emergencia. Esperemos que esos guardias no fueran tantos
Al llegar nos reunimos en otro callejón sin salida.
-¿Como se supone que vamos a entrar allí?- susurró Thanor.
-Creo que se cómo.- dijo Greeb.- Los Humanos tienen unas cosas llamadas alcantarillas, como esa que está allí,- continuó señalando una especie de tapa negra y oxidada en el fondo del callejón.- podemos entrar en ellas, hasta dar con la tapa que supongo que debe haber en los calabozos. Al menos así es como se trasladan los espías, aunque ninguno lo ha intentado aquí en la Fortaleza antes, que yo sepa.
-No veo otra manera de entrar.- dijo Mezth.- Esas "encantafillas" podrían ser la única forma.
— Al-can-ta-ri-llas .— corrigió Greeb.
–Agamoslo entonces.- dije.
–Sí.- afirmó Thanor- Ese guardia de allí no no verá, podemos entrar si nos escabullimos por la la derecha.
–Muy bien.-dije.- Entremos de una vez.
Caminamos en silencio hasta na tapa negra y oxidada del callejón. Thanor la levantó. Olía como si algo se hubiera muerto hace semanas ahí dentro.
-Greeb, se te olvido mencionar eso.- cuando termine de decir eso Greeb se lanzó dentro del agujero.
Se oyó como el agua salpicaba. El siguiente era Mezth. Luego de que el saltara, seguía yo. Cuando salté dentro de ese agujero me invadieron las náuseas. Caí de cara encima de esa agua extraña, casi me rompo la nariz, pensé que estária más abajo. Luego cayó Thanor. Estaba muy oscuro, incluso connniestra visión.
-Leire, no quería decirlo pero... estos son desechos humanos y ... los tienes por toda la cara.-dijo Greeb.
-Mierda. - Murmuré.
-Sí, eso mismo es.
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Corre
WerewolfLa ultima vez que lo vi, ni siquiera tuve tiempo de despedirme. Todo sucedio tan rapido. Nunca se borrara ese recuerdo de mi memoria. El me protegio y dio su vida por mi. Aun recuerdo lo ultimo que me dijo... Corre. ***************************** Est...