El rescate

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Comenzamos a caminar por el pasillo y dimos vuelta a la izquierda. Tuve que decirle a Greeb que caminara mas lento o sospecharían de nosotros. Creo que el recuerdo de su padre le había afectado. Quizá pensara que terminaríamos igual que el, lo que era bastante probable dadas las cirscuntancias.
Seguimos recorriendo el calabozo un rato, mas o menos una hora. Luego de varios recodos, vueltas, giros y pasillos llegamos a las celdas. Había un guardia cuidando na entrada. Al igual que el guardia del puerto, estaba dormido. Los Humanos son una de las criaturas más perezosas que conozco. Greeb tomo las llaves de la mesa del guardia. Pense que las celdas estarían abartotadas de gente, pero no era así. Solo habían dos tipos que estaban mas muertos que vivos.

Se me congeló el corazón al no ver a los nuestros en las primeras celdas. Lo pensé de nuevo y supuse que estarían en las ultimas celdas. Así fue. En lugar me ponía la piel de gallina y olía peor que las alcantarillas.
Pude sentir su miedo y su desconcierto al vernos. Era lógico. Dos encapuchados, uno de ellos con traje de verdugo, pero que al mismo tiempo con olor al licántropo. Al sacarnos las capas sus ojos se llenaron de una alegría y esperanza ya perdida hace tiempo. Mientras Greeb intentaba descubrir como usar las llaves, uno de los licántropos preguntó:

-¿Quienes son ustedes?... Me resultan conocidos...-seguramente ese era Yëst, a pesar de la poca luz y del tiempo que el había pasado en el calabozo, era bastante atractivo.

-Venimos a ayudar.-dije.- Ahora no hay tiempo para explicaciones, solo confíen en nosotros y no hagan ruido. Esta noche saldrán de aquí.

Greeb abrió la primera celda, en la que estaba Yëst. Eran cinco. Cuatro hombres y una mujer. Prosiguió a abrir la segunda, la tercera, y así hasta la última. En ese momento unos ojos se toparon con los míos... Los mismos ojos del lobo de mis sueños. No podía ser, simplemente era algo imposible. Tenía que ser una coincidencia.

-¿Todavía tienes la cuerda con la que viniste?- me pregunto Greeb, sobresaltandome.

-Sí, sí. Aquí esta.- se la di.

-Bien, ahora todos escuchen. Les ataré las manos con esta cuerda. Ustedes deberán fingir que... bueno, que van hacia la horca.-todos, incluyendome, lo quedamos mirando con cara de idiotas.- Créanme, casi todo lo que he dicho hoy a sonado igual o más estúpido que esto. Así que colaboren por favor.

Todos pusimos las manos. Cuando llegó mi turno le impedí a Greeb que me atara las manos.

-No.-dije.- Si me ven pasar otra vez contigo se darán cuenta.

-Entonces ¿como piensas volver?

-Me escabullire, intentaré estar cerca de ustedes igualmente.

-Es muy peligroso, podrían capturarte...

-Escucha. Estoy harta de la misma canción. Se que todos me protegen de la manera en que lo hacen solo por mi padre. Puedo soportarlo por parte de Thanor pero no de ustedes. No soy ninguna princesita indefensa y estoy cansada de que me traten como tal. Espero que me hayas comprendido.- por la expresión de su rostro creo que sí, aunque no le haya gustado.

-Haz lo que quieras.

-Ahora largo de aquí. Mezth y Thanor deben estar esperándonos.

Dada por finalizada la conversación, Greeb y los demás partieron. Tal vez no debí hablarle así, pero era por su propio bien. Esperé unos diez minutos hasta que no se oyó nada más que los ronquidos del guardia. Los otros dos prisioneros no se enteraron ni de que nosotros exsistiamos. Sentí lástima por ellos por un momento, pero debían estar allí por alguna razón.

Empecé a caminar por el calabozo, cada vez que veía un guardia me escondía. A veces no podía hacerlo y tenía que cambiar de dirección. Me perdí varias veces. De pronto oí a Greeb hablando con un guardia...

-¡Hey ustedes! ¿Que hacen aquí?- preguntó el guardia a gritos.

-Ordenes del rey.- casi no se notaba su acento.

-Pense que su majestad quería ejecutarlos en público...

-Al parecer ha cambiado de opinión. -lo interrumpió Greeb.

-Bien, muy bien... sigan su camino. Encargese de que estos bastardos sufran.

-Así lo haré, gracias.

Al parecer estaba cerca de llegar. Espere a que el guardia se fuera. Greeb golpeaba la puerta, se me había olvidado decirle la "contraseña" que me dio Thanor. Aparecí de repente, al lado de el y dio un salto, mi intención no era asustarlo.

-¡Que mier...! Ahh eras tu Leire. Casi me matas.

-Lo siento...- golpié la puerta como Thanor me había indicado, casi inmediatamente abrieron la puerta.

-Rápido entren.-dijo Mezth.-¿Por que tardaron tanto? Estubimos a punto de salir a buscarlos.

-Larga historia...

Thanor levanto la reja y les dijo a los recién llegados que entraran. Mezth fue hacia la tapa negra para entrar. Cuando todos estubimos cubiertos de porquería de Humano comenzamos a caminar. Teníamos que alejarnos de allí.

-¿Ahora que?-pregunté.

-Emmm... No se.-dijo Greeb.- No tengo ningún punto de referencia así que... Caminemos, cuando vean una luz vayan hacia ella, esto debe salir de la ciudad.

-¿En serio?

-¿Que quieres que te diga?
Estubimos allí dentro varias horas, era difícil encontrar luz. Es que por lo general en la noche esta oscuro hasta donde yo se. Se había hecho la madrugada, pasamos toda la noche despiertos. Yo estaba apunto de caer tendida al piso. La ultima vez que estubimos dos días despiertos no me canse tanto como esta vez. Debían ser todos los nervios de ayer.

-¡Miren allá! -gritó Thanor.-¡Una salida!

Corrimos hacia allí. Destrozamos los hierros que obsruían la salida.

-Pudimos entrar por aquí desde un principio.-dije.

-Que imbécil. -dijo Greeb.-No se me ocurrió.

-Bueno, ya esta. Lo importante es que no nos mataron.-dijo Mezth.

-Hay que alejarnos de aquí lo antes posible.-dijo Thanor.

Comenzamos a correr lo mas rápido posible. Los "rescatados" no habían dicho nada. Cuando estuvimos en el bosque nos detuvimos, oímos una alarma. Se habían dado cuenta. Ya estábamos lo suficientemente lejos para que no nos encontrarán. De todas formas seguimos un poco mas. Encontramos una saliente en una pequeña montaña. También había una especie de cueva en ella. Era el lugar perfecto para recuperarnos.

-Ja ja ja ja. Esos humanos son todos unos malditos idiotas.-se burló Thanor.

-En verdad si. Ahora, ¿Cuales son sus nombres?.-pregunte a los "rescatados", se veían muy confundidos pero ya se les pasaría.

CorreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora