Odio y miedo: Mala convinación

2.9K 250 1
                                    

Al terminar el funeral, fui a dar un paseo por el bosque. Un poco de calma me ayudaría a ordenar mis ideas. La vida es un segundo, la muerte una eternidad. ¿Como se que mi mundo no es el infierno de otro?

Comencé a darle vueltas al asunto, hasta que llegue a una conclusión. Todo tiene solución, exepto la muerte. En otras palabras, no puedo revivir a los caídos pero tal vez si podría mejorar el futuro para los demás.
Mi odio por los humanos crecía cada vez más. Ese sería el combustible que me impulsaría. Sentí un incontenible deseo de matar. Busque una presa.
Camine bastante alejandome de la manada. Encontre el rastro de una manada de ciervos.

Conseguí alcanzarlos. Un enorme ciervo adulto, un poco mas pequeño del que habiamos cazado con los demás anteriormente, estaba parado en un pequeño claro del bosque unos metros más lejos de su manada.

Mi sangre hervía. Ese deseo de matar era cada vez más fuerte. Me avalanzé sobre la criatura por sorpresa. El resto de su manada huyó al verme. Luche por horas con el animal. Un par de veces quizó escapar pero al ver que no podía, se defendió. Luego de unas cuantas patadas, mordidas y rasguños, cayó rendido al piso.

Era una hazaña haberlo deribado yo sola. De repente el cansacio comenzo a invadirme. Oí gruñidos a la distancia. Un aullido. Me desvanecí...

Desperte en un lugar muy parecido. Fhumbr me cuidaba.

-Hola. Veo que te tomaste un descanso. - dijo.

-Algo así... Creo que simplemente me descontrole. No pude evitarlo.

-Debes ser mas precabida... Aún así no todos cazan una presa así solos.

-¿Por que solo Thanor sabía que tu eras un Antiguo? - la pregunta le cogió desapercibido.

-Nunca intente ocultarlo...

-Explicate y sin ocultarte tras frases enredadas o acertijos. Quiero algo claro y conciso.-lo interrumpí.

-El día que nos rescataron del calabozo, el vio en mí algo que ustedes no. Ustedes lo llamaron locura, delirios, vejez... Noté que comenzaba a observarme. Un día simplemente me preguntó. ¿Por que le mentiría?

-Y luego planearon todo lo que sucedió en el funeral ¿no?

-Thanor me pidió que yo tomara el cargo y me rehuse. No era correcto.

-¿Por que Thanor no quería tomar el cargo?

-No es algo que yo deba responder.

-Fhumbur, necesito saberlo. Así podría ayudarlo.

-¿Te preocupa Thanor?- me sonroje.-Al parecer sí. No lo hagas, puedo decirte que no es nada grave.

-Bien. ¿Donde estan todos?

-Thanor te trajo aquí y estubo un buen rato cuidandote mientras los demás comían. Luego, tras arduos intentos, lo convencí de que fuera a comer y relajarse un poco mientras yo lo relebava. No a pasado más de una hora desde eso. Ya debe estar en camino de regreso. Es un gran amigo, no dejes que nada los separe.

-Sí, no se que haría sin él...

Seguimos conversando un rato mas hasta que llego Thanor junto a Umbü.

Thanor fue directo a mi encuentro. Parecía que no me veía hace años.

-¿Te sientes bien?-preguntó el.

-Sí.-dije.

-¿Segura?

-Si.

-Bueno,-su cara se transformo de un momento a otro.- pues dejame decirte: eres una loca, estúpida e impaciente. Comienza bajar las revoluciones y a calmar los ánimos o algun día voy a terminar recogiendote con una cuchara. ¿Comprendes? No tomes esto como un insulto pero alguien te lo debe decir y no voy a esperar a que hagas otra ccsa asi para que te mates.- Fhumbur le hizo un gesto a Umbü y se alejaro disimuladamente.

-¿A sí? Estas hablando con tu lider. ¿Recuerdas?

-Y tu hablas con Thanor ¿Recuerdas?- no pude evitar reírme a carcajadas, Thanor tampoco resistio mucho tiempo su "modo enojado" y comenzo a reír conmigo.

-Lo siento, tienes toda la razón, me deje llevar por la furia, el miedo y el odio.

-Cuidate, por favor... no soportaría perderte.-me besó en la mejilla.

-Y yo no soportaría otro regaño como ese.-reímos de nuevo.-Tengo hambre.

-Ven, el ciervo que cazaste esta solo a unos pocos metros de aquí, detras de unos pinos. Lo destrozaste... no querría haber estado en su lugar.

Conversamos hasta llegar a mi deliciosa cena. Hablamos y fuimos a buscar un lugar donde pasar la noche. Yo seguía triste, el Diente Sagrado que colgaba de mi cuello parecía pesar cada vez más.

Le pedí consejo a la luna. Thanor me acompaño. Por primera vez en toda nuestra vida, Thanor compartió sus penas conmigo. Siempre lo vi como el licantropo más valiente que el mundo hubiera conocido, pero al quitarse la máscara, era un ser frágil a punto de romperse.

Al parcer compartir sus tristezas conmigo le había alivianado la carga. Descubrí que todos tenemos sentimientos, no importa cuan malo, rbelde o rudo seas. A veces se necesita lagrimas para ahogar esas penas, pero a veces las penas saben nadar y muy bien...

CorreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora