Maldita vida

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La soledad que halle en esa habitación era lo más reconfortante del mundo. Mugandir no se enfrentó a mi de nuevo y yo tampoco me debilite al igual que la otra vez.

-Mi vida es horrible...-dije para mi misma.

Habían muchas cosas que me hacían llegar a esa conclusión una y otra vez, empezando por que un Espectro quería adueñarse de mi cuerpo para arrebatarme el alma y matarme.

En segundo lugar, era la Alfa (que ni siquiera recibió el entrenamiento adecuado) de una patética manada que paso de ser una de las más grandes de Beach, a reducirse a menos de 10 individuos.

Y en tercer lugar Gharem me había traicionado, y dudo mucho que Thanor no hubiese sido su cómplice. Había perdido la única oportunidad que tenia de llegar a algo más. Algo más que una compañía, algo más que una amistad, algo mas que un beso... Y lo peor era que a pesar de haberlo rechazado lo amaba, lo amaba más que a mi propia vida...

Ahora él había vuelto y yo debía dar la cara en algún momento. Puedo volverme el ser más cruel en este mundo, arrebatar las vidas de miles y provocar sufrimiento eterno... pero destrozar el corazón de Thanor no me lo perdonaría nunca. Trataba de pensar que el también me había hecho daño, lo que si sucedió un par de veces, pero nunca fue algo tan... cruel. Combatir fuego con fuego nunca me funcionaba.

Habían pasado unas cuantas horas desde que me metí allí dentro. Debía salir. Ademas me moría por ver a Thanor y necesitaba pedirle disculpas. Honestamente la conciencia me estaba consumiendo.

Cuando me decidí a salir comenzar a oír cosas... Gruñidos, aullidos, pelea. Cada vez más cerca. Una lucha se desataba fuera del cuarto en el que me encontraba.

-¡Si la quieres tendrás que pasar sobre mi, escoria inmunda!- mi Thanor...

-Ven... ven conmigo.- la profunda y desagradable voz de Mugandir dentro e mi cabeza, pero esta vez no intentó adueñarse de mi. Algo se lo impedía. Las dos presencias.

-¡Sobre mí cadáver!

Un aullido desgarrador. Nadie conocía ese lamento mejor que yo. Thanor había sido herido.

Deje a un lado todas mis dudas. Retire el tronco con el que había bloqueado la entrada lo más rápido que pude. Thanor necesitaba mi ayuda. El siempre había estado allí para mi, era hora de devolver el favor.

Patié la puerta, casi sale despedida por los aires. Apenas salí pude ver a Mugandir, esta vez no tenia forma similar a un dragón. Ahora era un lobo...

Un lobo negro y canoso, con el pelaje revuelto y un aire de superioridad. Ojos rojo sangre, echaba espuma por la boca. A su lado el cuerpo ensangrentado y agonizante de Thanor. Más lejos Axel y Ferwaf gemía de dolor. Y Dart... una mancha de sangre cubría la pared. Debajo estaba Dart. El golpe le había roto el cuello. Era una imagen perturbadora. Perder a mi padre por segunda vez... justo cuando comenzaba a aceptarlo como parte de mi.

Odio, rencor y venganza. Era en lo único que pensaba. Mugandir me miraba esperando mi ataque. Me lancé como una bestia encima de él. Me triplicará en tamaño. Me dirigí al cuello, pero antes de que me diera cuenta Mugandir se desvaneció y reapareció justo detrás de mí. Ni animal ni espíritu, Espectro. A eso se refería Axel.

-Por las malas entonces.-dijo Mugandir.Me embistió con toda su fuerza.-Lastimosamente no puedo matarte, te necesito viva...

Sentí la presencia de su mente. Mientras estaba en el piso intentando reprimirla alcance a ver un trozo de granito. Recordé lo que había pasado la ultima vez. Volteé a ver a Mugandir. Estaba a unos pasos de mi. Disfrutaba verme sufrir.

Ignore su presencia en mi mente, que cada vez se expandía más y más. Me concentre en el. En un solo pensamiento. En un solo sentimiento. En un solo propósito. Muere.

Sentí oleadas de poder dentro de mi. Lance todo ese odio hacia esa bestia. Sentí la preocupación de Mugandir. Poco a poco su cuerpo se transformaba en una tenue neblina. Rayos de luz salían de si cuerpo. Una gran explosión. Ese demonio había desaparecido. No supe muy bien que es lo que había hecho, pero me sentía satisfecha. A lo lejos vi como Hekthram se ha cercana con algunos de sus guardias. Se detuvieron en seco, con los ojos desorbitados.

Una extraña sensación de cansancio me invadio. Intente acercarme a Thanor. Cinco tiras de piel colgaban de su costado izquierdo, dejando al aire carne, ligamentos y una que otra costilla. Me miró con ojos soñadores.

-Leire... si no logro salvarme de esta... quiero decirte... que te amo... - me dijo suavemente.

-No. Vivirás, te lo prometo...- dije entre lágrimas.

-¿Por qué... vivir?

-Porqué te necesito... porque te amo.-la cara de Thanor se iluminó, como si el dolor se hubiera esfumado. Intento levantarse pero su cuerpo se arqueo de dolor apenas se movió. Vi como Hekthram se acercaba a paso veloz. Otros Licantropos se acercaban a ayudar con rapidez. Unos cinco cuerpos de lobos y un Híbrido que desconocía se hallaban en el piso también. Dos agonizando y los demás sin vida. La sensación de cansancio se hacía cada vez más y más fuerte.

Llegó a un punto en el que no pude sostenerme sobre mis patas. Lo último que vi fue como Thanor murmuraba:

-Quédate conmigo...

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