-Antes que nada ¿Cual de ustedes es Yëst? -preguntó Greeb.
-Yo.- no me había equivocado en el calabozo, era él.-Creo que yo a ustedes los conozco. Tu eres Leire. ¿No es así? La hija de Ancor ¿no?
-Sí. -,respondí.-Mi padre envió a tras grupos con un rastreador a buscarte. Ellos son Greeb, Mezth y Thanor.
-Interesante...- dijo.
-No te imaginas todo lo que hemos pasado solo por rescatarte.- le mostré la herida en mi pierna, la que el puma me había hecho todavía no cicatrizaba.
-Muchas gracias.
-Ahora sí, ¿quienes son tus amigos?- le pregunté a Yëst.
-Mi nombre es Anitsirc, vengo de la manada de los Licántropos de las Montañas.- nos contó la licántropo. -Mi primo Shandu y yo fuimos capturados mientras caminamos cerca de las faldas de la cordillera de Groot.
-Estubimos dos meses en ese calabozo. Extrañaba la luz del sol.- dijo Shadnu.
-Me lo imagino.-dijo Mezth sonriendole a Anitsirc.
-Yo soy Umbüagurt, pero pueden decirme Umbü. Soy un Solitario, viajaba con mi pareja, Duneri, cuando unos cazadores nos atacaron. Duneri fue asesinada junto con mi futuro hijo. Yo fui llevado al calabozo donde me encontraron, morir hubiera sido mejor. Así podría estar con Duneri. Ustedes me han devuelto la esperanza.- Umbü parecía haber sufrido mucho por la perdida de su pareja y su hijo, era una de las cosas más tristes que había escuchado.
-¿Y el anci...?-el viejito estaba profundamente dormido en una esquina de la cueva.-A sido un largo día, para todos. Será mejor que sigamos el ejemplo del anciano.-dijo Thanor.
-Su nombre es Fhumbr.-nos informó Yëst.- No sabemos mucho sobre el. Creemos que ha perdido el juicio. Habla incoherencias sobre magia, hechizeros y el destino.
-Pobre...-murmuré.- Si me disculpan... Espero que duerman bien.
Todos nos fuimos a dormir, mañana decidiriamos que hacer.
Nadie izó guardia la noche anterior. Escuche caballos a la distancia en la madrugada, los Humanos nos estarían buscando. Me levanté. Fhumbr no estaba en la cueva. Salí. Estaba sentado en la pequeña saliente afuera de la cueva.
-Buenos días.-dije.
-Buen día, Leire.- me respondió él.
-¿Como sabes mi nombre?- había comenzado a asustarme, ademas, su forma de lobo era igual al de mi sueño, enorme y totalmente gris, con algunos reflejos plateados.
-No creerás que me dormí al instante anoche ¿verdad?
-Ahhh, claro que no. Perdón.
-Tu aura es muy brillante, pero aún así es débil. Tienes un corazon puro, pero las malas intenciones de otros pueden afectarte facilmente.-entonces esas eran las incoherencias de las que hablaba Yëst.- No son incoherencias linda, solo digo lo que veo.-lo quede viendo.
-No se que pensar sobre usted, por lo general no muchos ven mi "aura".
-No me hagas caso. Estoy algo viejo, eso es todo.
-Yo no quise insultarlo...
-No, no. Claro que no.-momentos después Umbü salió de la cueva.
-¿Dormiste bien?-pregunté.
-Mejor de lo que esperaba.
Nos quedamos en silencio. Luego llego Thanor, Greeb y Shandu. Ya era medio día.-Mejor voy a despertar a mi prima, podría dormir por tres días si la dejamos.- bromeó Shandu.
-Dile a Mezth que se levente también. Tenemos que seguir.-le pedí.
Mezth roncaba en un extremo de la cueva y Anitsirc al otro.
-¡Despierten bellos durmientes!-oímos a Shandu gritando.
Tanto Anitsirc como Mezth maldicieron un rato hasta que salieron de la cueva con Shandu.
-Deberíamos cazar algo antes de irnos.-dijo Shandu.-Hace tiempo que no probamos una buena comida...
-No.-dijo Thanor.-Los Humanos deben de seguir buscándonos.
-Pero...
-Shandu, Thanor tiene razón.-lo reprendió Anitsirc.- Quizá en la noche... Sí eso es. Podemos caminar un poco sin quedar al descubierto, en el bosque. Cuando caiga la noche entonces podemos movernos con libertad.
-Bien. Pero, ustedes deben venir con nosotros. Sino, Ancor se enojará.
-¿Por que?-esta vez Anitsirc fue la que preguntó.
-Es... complicado.-expliqué.-Hace poco mi madre, Danoit... murió. Mi padre se enloquece desde entonces, es raro, lo se. Aún no logra supera la pérdida. -no podía evitarlo, cada vez que hablaba de mi madre se me hacia un nudo en la garganta.
-Evitenos el problema...-pidió Mezth.
-Bien. Shandu y yo los acompañaremos, pero deben prometer que un vez que hablemos con su jefe nos dejarán volver a casa.
-Hecho.-prometió Mezth.-Supongo que Fhumbur y Umbü también nos acompañaran.
-Sí, si claro. No tengo otro lugar a donde ir, pero no voy quedarme en su manada.-dijo Umbü, los demás nos quedamos esperando la respuesta de Fhumbur.
-Pienso lo mismo que Umbü.-dijo, al cabo de diez minutos, aún así nadie se atrevía a precionarlo. Los ancianos son muy respetados por nuestra gente, aunque sean como Fhumbur.
-Bien, vayamos río abajo.-dijo Greeb.- No nos arriesgaremos a cruzar el río como la última vez. Ahora tenemos tiempo. El río desemboca en el lago Honor. Podemos rodearlo. Nos tomara un día recorrer esa distancia si corremos, máximo dos. Después seguiremos la Cordillera de Groot como hicimos antes.
-Partiremos en dos horas.-dijo Thanor.
Luego de decidir que haríamos, nos quedamos conversando. Yëst nos contó que cuando fue a llevar el mensaje, declaró que iba en paz. Los soldados del rey lo llevaron al calabozo de igual manera. Solicitó ver al rey. Tres días después el príncipe Hovert fue a verle. Le dio la noticia de la declaración de guerra de Ancor. Se rió de el. Comenzó a ser torturado al igual que Anitsirc, Umbü, y los demás.
Al caer el sol, nos dimos cuenta de que se nos habían pasado las dos horas. Fuimos hacia el bosque. Nos quedamos allí hasta que cayera la noche y poder ir río abajo, como lo habíamos planeado. Al fin regresriamps a casa, aunque... luego de pensarlo un poco, no se si volver con mi padre era algo bueno o malo para mí.
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Corre
WerwolfLa ultima vez que lo vi, ni siquiera tuve tiempo de despedirme. Todo sucedio tan rapido. Nunca se borrara ese recuerdo de mi memoria. El me protegio y dio su vida por mi. Aun recuerdo lo ultimo que me dijo... Corre. ***************************** Est...