Estubimos un buen rato dentro de ese agujero fétido y lleno de ... bueno, ya saben. Greeb izo todo lo posible por llevarnos rápido al calabozo; por más fuerza de voluntad que el tuviera, sería difícil ubicarse entre tantos “olores" incluso para el rastreador mas experimentado. No podíamos estar levantando las tapas negras todo el tiempo, habían unas rejas a la altura del piso, era un poco difícil ver por allí pero de todas maneras peor es nada.
Cada vez que suponíamos que estábamos cerca, los túneles daban un giro, quedaban sin salida, o se dividían en tres o cuatro más para escoger.
—¿A quien se le ocurre hacer túneles para almacenar toda esta porquería? – dije, luego de la caída quede cubierta de todo un poco y eso me tenia de muy mal humor.
—Es para sacarlo de la ciudad, no pude quedarse aquí.–explicó Greeb Las ciudades más grandes lo necesitan, los pueblos a los que estamos acostumbrados a ver, no.
—¿Como sabes tanto de las ciudades, los Humanos y todo eso?
—Mi padre era espía. No se lo cuento a mucha gente.
—Interesante. Nunca lo he visto.
—Murió cuando yo tenia ocho años, en una misión en las alcantarillas, así como lo que estamos haciendo nosotros. Los Humanos lo mataron, el nunca les izo daño, solo oía y miraba, nada más. Me encantaba oír sus historias.
—Lo siento, no quise recordartelo.
—No importa, solo guarda el secreto.– los túneles se dividieron denuevo.–Tomaremos el de la derecha.
A unos pocos metros de la entrada del túnel había una de esas rejas raras. Me asomé. Logré ver un patio con adoquines y... una horca. Seguramente era allí.
—Creo que llegamos.–dije– No veo ninguna tapa cerca...
—Iré a ver.–dijo Mezth, volvió un minuto mas tarde.–Sí, si hay. Lo malo es que esta a plena vista, en medio del patio. No hay guardias en esta parte pero nos arriesgaríamos demasiado.
—Esta reja esta entre las sombras, Greeb ¿podemos salir por aquí?
—Sí, solo que el espacio es más reducido,
—Intentemoslo.–dije, empujando la reja.–Thanor, ayudame.
Thanor saco la reja de una vez. Yo estaba desesperada por salir, así que fui la primera. Luego salieron Greeb y Thanor, aunque con un poco más de dificultad. Mezth era el problema, no cabía. No había otra forma. Tendría que salir al descubierto.
Vimos la tapa abrirse y la cabeza de Mezth salio seguida de su cuerpo. Rezé por que nadie nos viera. Al parecer pasó desapercibido. Esperamos a secar nos un poco y Greeb siguió guiandonos a través del calabozo. Cruzamos la puerta del patio. Un pasillo. Guardias caminando. Greeb metió la cabeza.
—No podemos pasar todos por allí. Es todo.
—Claro que no.–dijo Mezth.–Ustedes dos pueden pasar por ahí.
—Sí, dos lobos van a pasar desapercibidos, claro.–dijo Thanor.–Además Leire no irá, yo debo protegerla. No me permitiría que le pasara algo.
—Oviamente, no irán como lobos. En esa habitacion hay trajes de verdugo. Nosotros nos quedaremos aquí. Ellos irán disfrazados. Nadie lo notará si no hablan demasiado.
—¿Por que ellos?
—Greeb es el rastreador, debe ir y Leire es baja, nosotros somos demasiado altos. Ellos no. Piensalo Thanor.– por primera vez Mezth, estaba arriesgando a otros.– No los quiero poner en peligro, pero es la única forma.
—¿Y tú y yo que?–dijo Thanor.
—Tendremos que escondernos.
—¿Y no hacer nada?
—¡Thanor, deja tu orgullo a un lado! ¡Es lo que debemos hacer! Yo tomaría el lugar de ellos si pudiera...
—¡No es orgullo! Es... – me miro– ¡Solo que no me parece que nos quedemos aquí como cobardes!
—No griten.–dijo Greeb, a Thanor y a Mezth no les agrado mucho el comentario.
—Thanor, escucha a Mezth.–le dije.– Tiene razón, dejanos hacerlo.
—Pero y si te pasa algo...
—No me va a pasar nada.– lo convencí mientras lo abrazaba, además le susurré al oído. – Prometeme que te llevaras bien con Mezth mientras no estemos. Aslo por mí, por favor...
—Lo que tú digas. Pero si no regresas voy a destruir esta Fortaleza piedra por piedra, y no descansaré hasta que cada Humano en Berph muera. Y Mezth lamentará haberlos enviado...
—No creo que sea necesario.–di por terminada la conversación.
Greeb y yo fuimos a ponernos la ropa. Greeb se puso las vestiduras de cuero negro que por lo general utilizan los verdugos, y una capa negra. Yo me puse ropa normal, creo que era de la última “víctima" de la horca. Lastimosamente era de hombre, no podríamos ir los dos de verdugos, eso sería raro.
—Leire, tienes que cortar tu cabello. Aunque lo recogas, sigue notandose a través de la capa.–dijo, mi cabello era hermoso; negro azabache con bellísimos rulos que caían como una cascada por mi cintura. Sería difícil despojarme de el.
—No creo que se note tanto...
—Leire, no pongas en peligro todo esto, por algo como tu cabello, incluso cuando lo digo se oye estúpido.–Greeb estaba estresado, el nunca me hablaba así.
—Bueno, bueno... Solo relajate un poco quieres...– le pedí a Thanor que buscara algo con que cortarme el cabello, al rato apareció con un pedazo de vidrio.
—Lo encontré en la habitación en la que estaban los trajes. ¿Estas segura?–me preguntó Thanor, tomando todo mi cabello para cortarlo.
—Sí, ya oíste lo que dijo Greeb.
—Suenas como si el fuera tu jefe...
—Ni tanto.–mi cabello cayó todo en el piso, me dolió sin dolor...en serio.–Ya volverá a crecer...
—Te ves hermosa de todos modos...
—Gracias.–me sonroje.–Ya me voy...
—Suerte.
—La necesitaremos.
—Estaremos escondidos en la habitación, golpeen tres veces, hagan una pausa, y golpeen otra vez la puerta para que les abramos.
—Está bien.
Greeb me ató las manos con una cuerda y salimos. Unos guardias pasaban por allí. Ni siquiera voltearon a vernos.
—Rapido.–dijo Greeb.– No quiero estar un segundo más de lo necesario aquí.
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Corre
WerewolfLa ultima vez que lo vi, ni siquiera tuve tiempo de despedirme. Todo sucedio tan rapido. Nunca se borrara ese recuerdo de mi memoria. El me protegio y dio su vida por mi. Aun recuerdo lo ultimo que me dijo... Corre. ***************************** Est...