Amor Equivocado.

Capítulo 38 ¡Mal pensada!

"¿Le gustaría salir conmigo?" " -Señorita Lockwood... ¿No le han dicho que es una joven interesante?-sonreí apenada-Pero también engañosa-me ahogué con el vino..." " ¿Por qué no habías dicho que estudias en el instituto?-juega con sus dedos." "Fácil... ¿Que hace un chico, con una chica de dieciocho años?-cruzé los brazos." " ¡Por que mi cita está afuera, con unos francotiradores!"

Desperté exasperada, estaba sudando y mi piel estaba completamente fría. Miré que ya era de noche y que no estaba en mi casa, escuché ruido en la cocina y fui. Miré a Jeremy cocinando ¿pizza? Y olía demasiado bien.

-¿Desde cuando cocinas?-dije en tono burlón. Y a éste se le cayó la masa en el piso-Ups...

-¿No te han enseñado no asustar a las personas cuando cocinan?-sonreí.

-¿Me quedé dormida?-asiente-recordé algo-me senté al frente de él.

-¿Y que recordas?-ya había terminado con dos pizza y se apoyó de la mesa mirándome fijamente.

-Bueno que salí con mi doctor, Travis-sonríe.

-No me gusta tu manera de recordar, aunque recuerdas que Steven te engañó y habían terminado-suspiró.

-Sí... ¿Tienes novia?-éste se ahogó con whisky.

-No, desde un tiempo.

-¿Y la enfermera?

-Sabes que no fue serio-dijo serio-¿Pizza americana?

-Bien-asiento.

-Tu madre estará de guardia hoy, tu hermano tomó la casa para él y April. Eso quiere decir no serás adorno, porque te quedarás aquí-me ahogué con la pizza-Relajate, no tendremos sexo salvaje o como dicen tus amigas. No follaremos duro contra el muro-sonríe pícaro.

-Maldito pervertido...-éste ríe.

-Estás avanzando, siempre dices eso cuando digo algo así...

Terminamos de comer y subimos al segundo piso, princesa me indicó una habitación y él se fue al suyo. Examiné toda la habitación, el estilo era algo vintage. Decidí darme una ducha, dejé mi ropa en el piso y comencé a enjabonar mi cuerpo ¿por qué toda esta casa se me parece familiar?

-Te traje ropa y una toalla-me caí en la bañera-¿Estás bien?.

-Ni pienses correr la cortina-me quejé del dolor-Sólo vete.

Obedeció y se fue. Me levanté y vi mi brazo con sangre, al parecer me rasguñé con algo-parecía uñas-, en fin, me vestí con una camisa de princesa-que me quedaba como vestido- y unos boxers de él. Salí del baño y me dirigí a la cocina por un vaso de leche, dejé las luces apagadas para no molestar, pero no importó. Jeremy me sentó en el mesón, él sólo vestía con su ropa interior.

-¿No recuerdas nada?-me tomo de la cara. Negué.

Iba acercar sus labios con los mios, yo sólo me tense, me sentí sumisa. Pero se detuvo, me miró y noté que sus ojos brillaban; sonrió y besó mi frente. Me bajó del mesón y me llevó a mi habitación.

-Cualquier cosa, mi cuarto está libre-se recostó de la puerta.

-Puedo sola-esquivé su mirada.

-Buenas noches, cariño-se despidió y se fue.

***

-Levantate, tenemos que ir a clases-abrí lentamente los ojos y lo vi vestido, y con un perfume exquisito.

-Otro rato más... -me sentí. Pero me fui de boca y me quedé dormida.

-Más bien, vamos tarde... Una hora de más-abrí los ojos como platos y salí a ducharme-Te compré ropa, está en los cajones-escuché la puerta cerrarse.

Abrí la llave de la ducha y estaba helada-ahora tendré resfriado-, en fin, me duché lo más rápido que pude. Me vestí con unos short rotos negros, una camisa holgada blanca; mi chaqueta de cuero y mis vans de ayer. Bajé las escaleras y lo conseguí comiendo unas tostadas, tomé dos de su mano y salí. Me senté de copiloto y al rato princesa se subió en el auto, lo encendió, me miró y sonrió de lado.

-¿Que esperas?-chasqueé los dedos-¿Una foto? ¡No hay!.

Puso en marcha su auto, iba manejando a mucha velocidad-sin mentir, creo que duramos veinte minutos en llegar-, normalmente yo me tomo una hora en llegar. Cuando llegamos bajé y corrí a mi clase de artes-con uno de los gemelos-, cuando llegué, no había llegado; pero aún así entré y me senté con Agatha. La cual me miraba con cara de picarona, igual que la otras, sigo sin entender porque siempre piensan algo sucio cuando se relaciona con princesa.

-Por si lo pregunta, no follamos duro contra el mucho.