Amor Equivocado.

Capítulo 52 "Centro Comercial y Steven"

Realmente no se en qué momento habíamos llegado a la casa de Agatha, levanté la mirada y visualice a Nicolás corriendo hacia el auto con Milo en brazos. ¿Que mierda?.

-Agradezco que vinieran -dice al momento.

-¿No íbamos salir en la noche?-Jeremy lo mira desde el retrovisor.

-Yo... Me iré-cuando iba a bajar una mano me detuvo-¿Que?.

-Necesitaré tu ayuda-Nico sonríe-Jeremy acelera.

-Tengi salsa en el cabello, no iré al centro comercial así.

-Jeremy, allá hay peluquerías y baños. Arreglate allá-dice con indiferencia.

-¿Y para que soy buena?-lo miré. Sólo quería acostarme y dormir.

-Anillo. Es lo único que diré. Ahora encargate de Milo-éste me pasa Milo.

-¡Nicolas!-lo miré molesta.

-Ay hasta suenas como Agatha-dice acomodándose la camisa.

-¡Milo tiene la ropa del otro lado!-Milo se reía-Y tu, espero que no seas como tu padre.

-¡Oye! No le digas eso, mi hijo será idéntico a su padre-me golpea el hombro.

-Dame tu gorro-éste me quita el gorro y sale del auto.

-Salvaje-baje del auto y seguí a loa chicos.

A ver que ellos son peores que April y Louise juntas... Yo por mi parte andaba caminando a ver si conseguía unos lindos zapatos para Milo.

-Pe-ríe-Helado.

-¿Helado?-sonreí porque Milo aún trataba de pronunciar mi nombre y terminaba diciendo 'Pe'.

-Pyper Lockwood... Es raro verte con un bebé en brazos-volteé y era Steven.

-No un bebé, Milo tiene dos años-sonreí-Vamos por helado tonto.

-Pagas tú-reímos. Me hizo recordar las veces que salíamos y yo escapaba del sitio para no pagar nada.

-Esta vez si no podemos escapar-me referí a Milo que jugaba con mi collar.

-Ven te ayudo con el pequeño Milo, pide los helados y yo busco un lugar para sentarnos.

-¿Que? ¿Cambiamos de papeles?-lo dije en tono de burla y fui a pedir nuestros helados.

-Buenas Tardes, bienvenida a Helados Carlos...-la chica se volteó y Caroline trabaja en el centro comercial-No puede ser... -ésta cruzas los brazos.

-¿Que pasó Caroline? ¿Tus papis ya no te dan el dinero que quieras?-reí.

-Mira mal...-y su querido jefe la interrumpió.

-¿Un problema con mi empleada?-éste me sonríe amablemente.

-Oh no, claro que no-sonreí-Más bien la señorita es muy amable -el señor sonríe a Caroline y se va.

-Casi me despedían -suspira.

-No me importa. Dame dos helados mixtos y uno de chocolate, sirope de chocolate en los tres y maní en los mixtos. Gracias-entregué cincuenta dólares-Y quedate con el vuelto querida.

Ya con los helados en mano nos propusimos a caminar a buscar los zapatos de Milo. Aunque no lo crean Steven sabe muy bien de ropa y de estilo, antes en nuestras citas él iba a mi casa a vestirme-sin mal pensar, sólo escogía lo que debía ponerme-.

-Mira estos converse blancos-me acerqué a la tienda con un sonrisa plasmada en mi cara.

-¿Que dices Milo? ¿Te gustan esos converse?-Steven bajó Milo y él se acercó a la vitrina.

-Noo-hizo un puchero.

-Esta bien, señor amargado-me acerqué a él.

-Edte-señaló unas pequeñas vans negras.

-Hasta Milo sabe de zapatos-Steven tomó la mano de Milo y juntos entraron a la tienda.

-Buenas Tardes, tendrán esas vans para éste campeón? -la empleada sonríe y lo mira coqueta.

-Que lindo padre -toca su hombro.

-Creo que toda la familia quiere unas vans parecida -abracé por detrás a Stev.

-Ahm... Esta bien, ya regreso-dice con una cara de pocos amigos.

-¿Que?-me siento y veo a Stev con una sonrisa.

-Agradezco que no le hayas quitado el cabello-ríe y se sienta a un lado.