La gente se evade de los problemas como quiere.
Muchos salen de fiesta, otros van al gym, otros escuchan música...
Y yo... Yo me evadía con una tarrina de helado de chocolate.
Era mi gran amiga cuando necesitaba despejarme.
Le contaba mis problemas mentalmente y entonces me sentía mejor.
Me había mudado a EEUU cuando tenía 10 años, y siendo sincera no había sido igual que en las películas de Hollywood.
Me sentía la apestada.
Y entonces acudí a lo que la gente adoraba allí: dinero.
Mis padres ganaban una fortuna y entonces acabé presumiendo más de la cuenta para encajar.
Lo bueno es que funcionó.
Gané algo de popularidad y estuve saliendo con un chico bastante guapo durante unos meses.
Hasta que me rompió el corazón y entendí que el dinero no solucionaría mi corazón roto.
Empecé a acudir a fiestas tras fiestas.
Había suspendido más asignaturas que en toda mi vida.
Y entonces mis padres un día se sentaron conmigo y lo solté todo.
Pensé que no iban a entenderme.
Pero lo hicieron.
Entonces me prometí a mi misma que jamás iba a desperdiciar buenos momentos por un chico.
Y aquí estaba ahora.
Hartándome a helado.
Hasta que Sira me arrebató la tarrina.
– Se acabó.– dijo sentándose.– Llevas 3 putos días como un jodido fantasma. ¿Se puede saber qué te pasa? Llevas así desde el día de la fiesta de disfraces.
– Nada Sira.
– Maddie, una mierda. ¿De dónde volvías cuando me llamaste?
– De ningún sitio.
– Maddie, solo quiero ayudarte, me da miedo que al haberte quedado en la calle sola haya podido pasar algo grave...
– Sira, tranquila, nadie me ha puesto una mano encima.
"Bueno, ponérmela si me la pusieron, pero fue consentido"
La vi suspirar aliviada y entonces me sentí fatal.
– Tengo que contarte algo.
Ella me miró esperando a que continuase.
– Pero necesito helado para ello.
Ella me tendió la tarrina de nuevo y entonces cogí aire.
Y lo solté todo.
Ella había acabado comiendo de la tarrina también y cuando acabé de contárselo la miré.
– Maddie, no tienes de que preocuparte cielo. Fue un polvo.
– Joder Sira, le tengo un asco increíble. Y ahora mismo me lo tengo a mí. Porque soy una facilona.
– ¿Le odias?
– Sí.
– ¿No le tienes ganas?
Me quedé callada.
– Vale.– contestó Sira.– A ver, Gavi no es como tú le pintas.
– Pues lo parece.
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𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo Gavi
Teen FictionMaddie lo tenía todo, dinero, amigas, novios... Estaba de visita por España para pasar un tiempo con una vieja amiga, la cual la llevaría con ella para pasar tiempo con sus amigos y también jugadores del equipo FC Barcelona. Por primera vez las cos...