Narra Gavi
Iba a matar a Eric. Lo prometo.
Maddie se separó de mí un poco al notar que alguien había hablado y recé porque no se levantase, porque mi entrepierna pedía ayuda urgente.
Acababa de ponerme cachondo con un simple meneo de caderas, que ni siquiera me habían rozado.
Que bajo había caído.
Por suerte para mí, Maddie se giró para mirarme y me dio una sonrisa.
– ¿Necesitas que te eche una mano?– bromeó riéndose de mí.
Hija de puta.
– Necesito tu boca. Ahora.– confesé.
Ella se mojó los labios y pensé que iba a explotar al ver aquello.
Había estado de maravilla en la pasarela y me habían entrado ganas de comérmela allí mismo, delante de todos aquellos babosos que habían estado gozándoselo con las vistas de su culo y sus jodidas curvas en aquel bikini azul eléctrico.
Solo de pensarlo me puse más duro.
La miré fijamente y sentí sus manos peinar el pelo de mi nuca.
Cerré los ojos aprovechándome de este momento.
Sabía que estaba así de simpática porque había bebido un poco, pero la veía bien.
– Me gustan tus ojos.– soltó.
– Son marrones Maddie, más típicos imposible.
– No. Tienen un brillo especial y eso los hace bonitos.
La miré sorprendido.
No recordaba ningún "brillo especial" en mis ojos cuando me veía en las fotos.
Puse mis manos en su espalda baja y ella se sentó encima de mí.
Me palmeé mentalmente la espalda sabiendo que estaba aquí. Conmigo. Sin pelearnos ni mirarnos mal.
– Maddie.– dije mirándola.– Lo has hecho muy bien en la pasarela.
– Gracias.– dijo sonriendo.– Me han preguntado por ti en una entrevista.
– ¿El qué?– pregunté curioso.
– Habían preguntado si estábamos juntos.
– ¿Qué les has dicho?
– Que no. Que eres alguien más del grupo y que me alegra que hayas venido.
Esto último lo dijo mientras apoyaba su cabeza en mi hombro.
Yo la miré y sentí algo en mi estómago.
– Ya. Si llego a saber que vas a salir igual de fea no habría ido.– bromeé.
– Muy gracioso.– dijo riendo.
Yo sonreí inconscientemente y después carraspeé borrando la sonrisa.
De un momento a otro la sentí respirar profundamente y supe que se había quedado dormida.
Sira entró en el reservado y me miró sonriendo pícara.
– Ni de coña. Ayúdame a despertarla.
– Buena suerte. Es imposible.– dijo esta guiñándome el ojo y saliendo.
– ¡SIRA!– grité y miré a Maddie, que seguía durmiendo como si con ella no fuera.
Solté un suspiro y la agarré de la cadera para levantarme y acercarme a Pedri.
ESTÁS LEYENDO
𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo Gavi
Novela JuvenilMaddie lo tenía todo, dinero, amigas, novios... Estaba de visita por España para pasar un tiempo con una vieja amiga, la cual la llevaría con ella para pasar tiempo con sus amigos y también jugadores del equipo FC Barcelona. Por primera vez las cos...