𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo Gavi

XXXIX

Narra Gavi

Mala idea no, malísima.

Había decidido ir a Francia a ver a Maddie en su primera gala y ya sabía que no iba a ser bueno.

Cuando la vi en aquella pasarela estuve a punto de ponerme de rodillas para suplicarle que me perdonase.

Estaba preciosa.

Y yo estaba muy enamorado.

Tras la gala llegó hasta nosotros con una niña pequeña.

Ahí quise morirme.

Después dijo que no era suya y que el chico del coche no era su novio, así que respiré más aliviado.

Otro chico llegó le hizo alguna que otra broma, así que después ella nos dijo que Samuel o como se llamase era su amigo y que se conocían del hotel.

Tenía puntos a mi favor.

El vestido que llevaba me estaba causando infartos y no sabía si iba a aguantar toda la noche sin pegar mis manos a su cuerpo.

Ahora era famosa y puede que más que yo.

Y eso de tenerla para mí era mi delirio particular.

Tenía que recuperarla fuera como fuera.

El after se celebraba en una sala dentro del edificio y los chicos fueron a pedirse algo, así que les seguí.

Vi a Maddie hablando con gente mientras sonreía.

Entonces cuando acabó decidí acercarme.

Llegué hasta ella y la miré.

Ella levantó la cabeza y me miró.

– Hola.– dije.

– Hola.– contestó.

– ¿Podemos hablar?– pregunté mirándola.

Ella asintió y me siguió hasta un pasillo.

Cuando llegamos se apoyó en la pared y me miró esperando a que hablara.

– Siento mucho lo que pasó, estaba enfadado y no medí bien mis palabras.– dije mirándola.

Ella asintió dándome la razón.

– Sé que esto era importante para ti y yo fui un completo idiota por no haberte apoyado desde el principio, pero sabía que ibas a marcharte y que igual aquí ibas a estar cómoda y quizás querrías quedarte. Entonces me entró el pánico, porque no estoy preparado para dejarte ir.

– Gavi, me mudé a Barcelona porque quería estar cerca de ti, esto solo iba a ser un mes.

– Pero yo no sabía si ibas a acabar queriéndote venir aquí a vivir.

– Podrías haber hablado conmigo antes de ponerte como una furia.– escupió.

– Lo sé.

– Gavi, necesitas un tiempo a solas contigo mismo, para que veas que no puedes ser tan independiente y que no todo es tú, tú y otra vez tú.

– Más tiempo solo no, por favor.

– Gavi

– Maddie, te quiero ¿vale? No puedo estar solo en casa pensando en que estás en tu casa de Barcelona y yo no estoy allí, contigo. No puedo.

– La última vez me dejaste muy claro que mis planes contigo no valían nada.

– Lo dije porque estaba enfadado. Pero no sabes como me he arrepentido todo este tiempo de aquello. Sobretodo cuando te he visto con esa niña en tus brazos pensando en que ya era muy tarde.