L

22K 624 8
                                    

Sira estaba de lo más pesada con Gavi.

Ambos se peleaban por pasar el día conmigo.

Incluso hoy, que estábamos todos en la piscina.

– Gavi, deja a mi amiga, te recuerdo que antes de que lo tocaras tú, yo ya había tocado su culo, muchas veces además.– dijo mi amiga.

– ¿Perdona?– preguntó este y me miró.

Yo me encogí de hombros sonriendo.

– Es lo que hay bro, te aguantas. La conozco mucho antes que tú, así que apártate de mi camino.– dijo mi amiga agarrándome de un brazo.

– Y una mierda, es mía, mi mujer.– dijo Gavi agarrando mi otro brazo.

– Os dejo claro que no soy de nadie.– recalqué y tras separarme de ambos me levanté.

Gavi se levantó para ponerse detrás de mí y manosear mi culo.

Llevaba unos días igual.

– ¿Ya vale no?– añadí riendo.

– ¿Puedo usarlo de almohada esta noche?

Negué y él hizo pucheros.

– Vaaale.– dije y él me dio un beso sonriendo.

– ¿Puedo usarlo yo también?– bromeó Pedri y Gavi se lanzó encima, cayendo juntos a la piscina.

– Vaya tela.– dijo Sira arropándose con una toalla.– Oye, te has puesto morena.

Sonreí y me aparté un poco el elástico del bikini para verme la marca blanca.

– Voy a quitarme el sujetador y ver si consigo ponerme morena toda la espalda.– dije tumbándome en una hamaca y desabroché la parte de arriba del bikini.

– Gavi, tu novia se está desnudando.

Gavi giró la cabeza rápidamente y entonces salió del agua para acercarse.

– Cariño, abróchate eso.

– Quiero ponerme morena Pablo, si me abrocho, eso va a quedarse blanco.

– Nena... nadie va a verte lo blanco, solo yo, y me da igual... Anda, abróchatelo.

Negué con la cabeza y después de desanudarlo de mi cuello, dejé caer la parte de arriba al suelo.

– Joder.– dijo Gavi y se tumbó en la hamaca de al lado.– Como te duermas e intentes girarte voy a matarte.

Asentí y cerré los ojos relajada.

Gavi empezó a hacerme cosquillas en la espalda y al final acabé quedándome dormida.

Un rato más tarde, alguien me removió y levanté la cabeza.

– Cariño, quítate del sol, te vas a quemar.

Asentí e intenté levantarme, pero puso una mano en mi espalda y me miró.

– Te recuerdo que estás desnuda, no pienso dejar que nadie te vea las tetas cariño.

– ¿Me buscas la parte de arriba?– pregunté mirándole adormilada.

Asintió y se agachó para cogerla y me la tendió.

– Toma, póntelo y yo te lo ato.

Asentí poniéndomelo y después sentí sus manos hacer los nudos del cuello y la espalda.

Me levanté y después me tiré al agua.

Después unas manos empezaron a hacerme cosquillas y saqué la cabeza de debajo del agua para empezar a reírme a carcajadas.

𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora