Evelyn no paraba quieta, aunque claro, con seis años era algo normal.
Su hermano sin embargo era la tranquilidad en persona.
– Gabriel, no te metas eso en la boca.– murmuré quitándole el mando de las manos.
Gabriel me miró y entonces cerró los ojos en el sofá.
Vi a Evelyn subir y bajar las escaleras varias veces y entonces me levanté.
– ¿Se puede saber donde vas?– pregunté mirándola.
– Estoy poniéndome guapa.
– ¿Ah sí? ¿Y para qué?
– Porque papá dijo que iba a venir Matteo con sus padres.
La miré alzando una ceja y sonreí.
– Si tu padre te escucha decir eso, te mata, a ti y a mí.
Evelyn me dio una sonrisa y después cogió sus pintauñas y me miró sonriendo.
– ¿Azul o rojo?– preguntó.
Me senté con ella en el suelo y agarré el rojo.
– Deja, yo te las pinto.
Estuve un rato pintándole las uñas y cuando sonó el timbre me levanté para abrir.
Gavi, Ferrán, Sira y Matteo entraron por la puerta.
Gavi se acercó a mí y me dio un beso.
– ¿Me habías echado de menos nena?
Sonreí y asentí.
Evelyn llegó hasta su padre y lo abrazó.
Su padre la cogió en brazos y fue hasta Gabriel para saludarle.
Después los dejó a ambos en el suelo y vi a Gabriel venir hasta mí.
Lo cogí en brazos y me senté en el sofá con Sira, que con la panza que tenía ocupaba medio sillón.
– Voy a meterme un tiro.
Me eché a reír y la miré sonriendo.
– Tampoco exageres, el embarazo es duro, pero soportable.
– ¿Soportable? No paro de comer. A todas horas.
Sonreí y vi a Ferrán y a Gavi ir a la cocina.
Evelyn salió a correr al jardín y Matteo la siguió.
– ¿Cómo lo llevas? Llevábamos mucho sin hablar.– preguntó Sira.
– Ya sabes. Gavi está siempre pendiente de mí. Tanto que a veces me agobia.
– Te adora.
Asentí sonriendo y miré a Gabriel, que estaba con un dedo metido en la boca.
Ambos se parecían a su padre, menos en el pelo. Eso era mío sin dudas.
– ¿Vas a tener más?
La miré y me encogí de hombros.
Tener dos hijos ya estaba siendo una auténtica aventura imagínate cuatro.
Gavi y yo ya habíamos hablado de esto y él ya me ha dicho que es mi decisión y que pase lo que pase iba a respetarla, porque nuestro matrimonio estaba por encima de todo.
Vi a Matteo entrar con un balón y me levanté para ver que pasaba.
Salí con él al jardín, seguida de Sira.
Evelyn estaba de portera.
Matteo tiró y mi niña estiró la mano para pararla.
Nos sentamos en las sillas del jardín y Gavi y Ferrán salieron con vasos con zumo de naranja.
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𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo Gavi
Fiksi RemajaMaddie lo tenía todo, dinero, amigas, novios... Estaba de visita por España para pasar un tiempo con una vieja amiga, la cual la llevaría con ella para pasar tiempo con sus amigos y también jugadores del equipo FC Barcelona. Por primera vez las cos...