Estaba muerta cuando aterrizamos en Qatar.
Mi cuerpo pedía a gritos tumbarse en una cama y dormir 2 años seguidos.
Pacho y yo llegamos al hotel donde estaban quedándose todos los jugadores y Sira incluida.
Pacho me había chivado el número de habitación de Sira, así que me dirigí allí directamente.
Anduve por el pasillo y cuando di con el número toqué a la puerta.
Al cabo de unos segundos la puerta se abrió encontrándome con Sira, que me miraba con los ojos muy abiertos.
Entonces soltó un chillo que se habría escuchado hasta en Pekín y me metió en la habitación mientras me abrazaba.
Yo solté una risa y la abracé también.
– No me puedo creer que estés aquí.– dijo separándose de mí.
– Pacho ha sido mi cómplice.
– Que traidor.
– Traidora tú. ¿Por qué no me contaste que los habían convocado para la selección y para el Mundial?
– Pensé que no estabas en condiciones de que te contara estas cosas, por cierto, ¿y Jake?
– Ha despertado hace 1 mes, me quedé para ayudar, pero antes de ayer me vine a vivir a Barcelona.
– Espera, espera, ¿a vivir?
Asentí sonriendo.
– En el piso de mis padres.
Mi amiga volvió a chillar y yo me reí tapándome los oídos.
– Pues venga, cámbiate porque van a desayunar y si no llegamos no comemos.
Me puse un pantalón corto y una camiseta blanca y bajé con Sira.
Cuando llegamos al comedor Sira aplaudió atrayendo la atención de todos los que estaban allí.
Vi a los chicos girarse y en cuanto me vieron abrieron los ojos y soltaron los vasos de café.
Ansu llegó hasta mí y me cogió en brazos sonriendo.
– Hola neoyorquina
Le pegué en el brazo sonriendo y le di un abrazo y un beso en la mejilla.
Balde lo empujó y me achuchó mientras se reía.
Eric me abrazó también y Ferrán me despeinó sonriendo.
Pedri me abrazó y me susurró en el oído.
– Paciencia.
Yo fruncí el ceño sin entender nada y entonces le vi.
No se había levantado a saludarme. Ni siquiera me miraba.
Miré a Sira y esta se encogió de hombros.
Nos sentamos a desayunar con ellos y entonces me presentaron al resto de la selección.
Después empezaron a acosarme a preguntas.
– ¿Qué tal por Nueva York?– preguntó Ansu mientras se comía una tostada.
– Bien, aunque aquí hace más calor.
– ¿Y tus padres?– preguntó Ferrán.
– Están bien, como siempre, trabajando.
Entonces habló, aunque su tono era frío.
– ¿Qué tal tu novio?– soltó.
Lo miré y vi que ni siquiera me miraba, así que cogí aire y me limpié las manos.
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𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo Gavi
Novela JuvenilMaddie lo tenía todo, dinero, amigas, novios... Estaba de visita por España para pasar un tiempo con una vieja amiga, la cual la llevaría con ella para pasar tiempo con sus amigos y también jugadores del equipo FC Barcelona. Por primera vez las cos...