Me había costado bastante dormir y cuando me desperté vi a Gavi quitarse la chaqueta.
Acababan de volver del entrenamiento y yo me había quedado dormida.
– Hola.– dijo llegando hasta mí y dándome un beso.
Sonreí suavemente y después me levanté.
– Voy a mi habitación a cambiarme, os veo abajo.– dije saliendo pitando de allí.
Necesitaba a mi mejor amiga.
– ¿En 3 días?– dijo Sira mirándome.
– 3 días.– asentí mientras ordenaba algunas cosas de mi neceser.
– Maddie... si ganan van a quedarse y tú vas a irte, y Gavi va a quererte aquí.
– Lo sé.
– No puedes irte otra vez sin decírselo.
Suspiré y me senté en la cama.
– Maddie, si por algún motivo pierden este partido el Mundial habría acabado para nosotros, si de verdad te quiere, te seguirá como has hecho tú con él.– dijo agarrando mis manos.
Asentí mirando nuestras manos y suspiré para después levantar la cabeza.
– Pero tienes que decírselo, así que no tardes.
Asentí sabiendo que tenía razón.
Después de aquello bajamos juntas a desayunar y vi a los chicos tirándose servilletas.
Me senté riendo y esquivé alguna que otra bolita de papel.
Estuvimos todos desayunando mientras reíamos por las tonterías que le habían dado por decir a Morata.
Cuando terminamos vi a Gavi levantarse de la mesa y miré a Sira, que asintió.
Así que me levanté de la mesa y lo seguí hasta que llegué a su lado.
– Oh, aquí estás.– dijo sonriendo.– Ve a cambiarte.
– ¿Qué? ¿Por qué?– dije confusa.
– Mis padres quieren que vayamos a comer todos juntos.
Dios mío.
– ¿Qué?– dije en shock y me fui corriendo hasta mi habitación.
Busqué algo medio decente y después de ducharme, me vestí, me peiné y después de maquillarme, me eché colonia.
Bajé viendo a Gavi en el hall esperándome, tan guapo como siempre.
Llegué hasta él y me agarró la mano para salir del hotel.
Lo seguí hasta que nos encontramos con Aurora y su novio Javi y sus padres.
Los saludé a todos sonriendo y después empezamos a andar para ir a comer.
– Gavi, tengo que decirte algo.
– Dime.
Aurora llegó hasta nosotros, evitando así que pudiera decírselo.
Después llegamos al restaurante y comimos mientras me hacían algunas preguntas.
Javi y Gavi se picaban como dos niños pequeños y Aurora los miraba pidiendo calma.
Yo me reí y la hermana de Gavi me miró riendo.
– Sois como críos.– dijo su madre.
– Mamá.– soltó Gavi.
– Ni mamá ni mamó.
Me reí viendo a Gavi fusilarme con la mirada, lo que me hizo reír el doble.
Después de comer estuvimos dando una vuelta por la playa hasta que decidimos que era hora de volver, ya que mañana tenían entrenamiento.
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𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo Gavi
Roman pour AdolescentsMaddie lo tenía todo, dinero, amigas, novios... Estaba de visita por España para pasar un tiempo con una vieja amiga, la cual la llevaría con ella para pasar tiempo con sus amigos y también jugadores del equipo FC Barcelona. Por primera vez las cos...