Al día siguiente me levanté, estuve colocando la casa y por la tarde fui a la autoescuela.
Entré bastante asustada, pero todo se me quitó cuando mi profesor empezó a darme las clases.
Se llama Rafael y era un amor.
Tenía un par de años más que yo, pero me alegraba saber que nos entendía e intentaba ayudarnos con lo que necesitábamos.
Salí de la autoescuela con el libro en la mano y vi a Gavi apoyado en su Audi negro, con las gafas de sol puestas y las manos metidas en los bolsillos.
Me acerqué sonriendo mientras me despedía de Rafa.
– ¿Quién es ese?– preguntó Gavi bajándose un poco las gafas.
– Es mi profesor, es simpático.– dije sonriendo.
Gavi se puso las gafas encima de la cabeza y entonces me agarró la cara y me besó.
– Listo, ya sabe a quien le perteneces.– dijo mirándome.
Reí poniendo los ojos en blanco.
Me monté en su coche y él se montó para después abrocharse el cinturón y volver a ponerse las gafas.
– ¿A dónde vamos?
– Al cine.
– ¿Cine?– pregunté sonriendo.– ¿Que película vamos a ver?
– Se llama Secuestrar a mi novia, ¿te gusta?
Me giré para mirarle y sonreí.
– Es un título pésimo cielo.
– Pésimos son los intentos que hace el Rubén ese para ligar contigo.
– Se llama Rafa y no, no intenta ligar conmigo cielo.
– Sí sí, Raúl.
Sonreí de lado mientras negaba con la cabeza.
Me hacía gracia cuando se ponía así porque parecía un niño pequeño.
Llegamos al cine y bajamos para después tener que parar porque pedían fotos.
Me quedé al margen sonriendo cuando sentí que alguien me tocaba el culo.
Me puse seria y me giré para soltarle un par de palabras al degenerado, pero no me dio tiempo, porque Gavi se encaró con él.
– Vuelve a ponerle una mano encima y te juro que acabas en el hospital , gilipollas.
Agarré a Gavi del brazo y él me miró.
– Tranquilo, vamos.
Gavi se disculpó con los demás y después me siguió.
– Será animal y puto guarro.
– No pasa nada cielo.
– Sí que pasa, que yo sepa tú no vas tocando abdominales ni el paquete a nadie, ¿por qué ellos sí?
Suspiré sabiendo que tenía razón, pero me negaba a que le pegase a nadie y que acabaran denunciándole.
– Porque había gente y estabas ahí, sino le habría partido la cara.– dijo mirándome.
Lo paré y le agarré la cara.
– Gracias, te quiero.– dije acariciando su nuca.
Su mirada se ablandó y me acarició la cara.
– Te quiero.– dijo mirándome.
Después de aquello, entramos a la sala y nos sentamos con un cubo enorme de palomitas y algo de bebida.
ESTÁS LEYENDO
𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo Gavi
Roman pour AdolescentsMaddie lo tenía todo, dinero, amigas, novios... Estaba de visita por España para pasar un tiempo con una vieja amiga, la cual la llevaría con ella para pasar tiempo con sus amigos y también jugadores del equipo FC Barcelona. Por primera vez las cos...