Sira había venido para acompañarme a mí y a mis padres para entrar al estadio.
Sabíamos que jugar contra el Espanyol era algo difícil, pero había hablado con Gavi y ellos estaban bastante tranquilos.
Nos habíamos sentado cerca del césped para poder ver bien.
Los chicos acababan de calentar y el partido iba a empezar en nada.
Cuando salieron se colocaron en sus respectivas posiciones y entonces el pitido dio el comienzo.
Los chicos estaban a tope y el ambiente era espectacular.
Mis padres estaban disfrutando como unos niños pequeños mientras Sira y yo aplaudíamos desde nos encontrábamos.
El primer gol vino pronto y todos nos levantamos de las gradas chillando como locos.
Aún no se nos había pasado la euforia del gol cuando Balde hizo el segundo.
Volvimos a levantarnos mientras mi padre se dejaba la voz soltando algún que otro taco.
Lewandowski nos dio el tercero y aplaudimos con mucha alegría.
– ¿Esto es así siempre?– dijo mi padre aplaudiendo.
– La mayoría.– contesté sonriendo.
Y después hubo otro gol de Koundé.
Nos fuimos al descanso con tranquilidad en el cuerpo y al volver, el Espanyol volvió con las pilas recargadas y consiguieron marcar dos.
Hasta que el partido acabó.
Todos los culés saltaban y chillaban mientras los chicos se reunían en círculo en el campo para hacer la celebración.
Entonces vimos a la afición del Espanyol tirarse al césped y correr hasta ellos.
El miedo se apoderó de mí en aquel instante.
Los vi a todos correr hacia el túnel de vestuarios y sentí que respiraba tranquila.
Sira me agarró del brazo y yo la seguí agarrando a mis padres.
Entramos a los vestuarios y vi a los chicos con sus familias.
Vi a Gavi de espaldas y me acerqué para asustarle.
Cuando llegué y le toqué en la cintura pegó un rebote y se giró.
Me miró y sentí que acababa de enamorarme más.
Tenía el pelo despeinado y sudado, los ojos le brillaban de manera especial y su sonrisa de la cara era simplemente una maravilla.
Soltó un chillido de bebé y entonces me cogió en brazos para levantarme del suelo.
Me movió de un lado a otro mientras reíamos.
Cuando me bajó, se fijó en quienes venían detrás de mí.
– Gavi, estos son mis padres, Laura y Alejandro. Papá, mamá, os presento a Gavi.
Mi madre le dio un pequeño abrazo y la enhorabuena, a lo que Gavi le dio una sonrisita y se lo agradeció.
Mi padre se acercó serio, lo que hizo que Gavi tragara saliva. Mi padre le dio una sonrisa y extendió la mano, a lo que Gavi se la estrechó y se saludaron sonriendo.
Vi a los padres y a la hermana de Gavi y me acerqué a saludarles y también aproveché para presentarles a mis padres.
Se llevaron genial de inmediato.
Aproveché y les dejé a solas para que hablasen de sus cosas de adultos y me acerqué a Gavi.
Él me abrazó y me acarició la espalda de arriba a abajo.
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𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo Gavi
Fiksi RemajaMaddie lo tenía todo, dinero, amigas, novios... Estaba de visita por España para pasar un tiempo con una vieja amiga, la cual la llevaría con ella para pasar tiempo con sus amigos y también jugadores del equipo FC Barcelona. Por primera vez las cos...