XLII

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Narra Gavi

Me desperté a la mañana siguiente con bastante calor.

Me giré viendo la espalda desnuda de Maddie.

Estaba preciosa. Y era toda mía.

Me senté en la cama y tras arroparla me levanté para ir la cocina.

Miré su casa con más detenimiento.

Sabía que había vivido aquí cuando era más pequeña.

Mi teléfono empezó a sonar en la habitación y salí corriendo por el pasillo para cogerlo antes de que se despertara, pero fue tarde.

Cuando llegué estaba sentada en la cama, tapada con las sábanas y con mi móvil en las manos.

Me acerqué dándole una sonrisa, un beso y después cogí mi móvil.

– Dime mamá.– dije volviendo a la cocina.

– Cariño, hace unos días que no vienes a vernos, ¿por qué no vienes a comer hoy?

– No sé mamá, estoy en casa de Maddie y-

– ¡Genial! Que venga también.

No les había dicho a mis padres lo que nos pasó, porque no quería que me echaran la bronca.

– No sé si va a querer... está arreglando su piso.– dije mientras volvía a la cocina.

– Pásamela.– ordenó.

– Mamá...

– Ahora.

Suspiré, la vi entrar en la cocina y le pasé el teléfono no sin antes ponerlo en altavoz.

– Ya mamá.

– Madison cariño, ¿qué tal?

Maddie se apoyó en la isla de la cocina y sonrió.

– Hola Aurora, muy bien ¿y vosotros?

– Genial hija, oye, ¿puedes convencer al niño para que venga a comer contigo después?

Miré a Maddie y la vi sonriendo.

– Por supuesto, pasaremos por su casa para que se cambie y estaremos allí.

– Gracias hija, de verdad, menos mal que te tiene.

Maddie soltó una risa y después de despedirse, colgó.

Me giré para hacerme un café y sentí sus manos acariciar mi abdomen.

– ¿No les habías contado a tus padres que discutimos?

Negué con la cabeza.

– Menos mal.– dijo dejando un beso en mi espalda.

Me giré agarrando sus brazos y la besé. Me moría por hacerlo.

– ¿Has dormido bien?– pregunté sonriendo.

Ella asintió y me dio un beso.

– ¿Qué me pongo?– dijo después mirándome.

– Lo que sea, va a quedarte bien todo.– admití.

Se fue a la habitación y volvió con una falda larga y un top. Lo dicho, preciosa.

– ¿Nos vamos?

Asentí terminando de beberme el café y después de vestirme bajamos al coche.

Llegamos a mi casa y me fui rápidamente a la ducha y después me puse algo de ropa cómoda pero arreglada.

𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora