𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo Gavi

LVV

⚠️ Contenido Explícito

No pude decir nada porque él solo se encargó de arrancarme la tela del vestido.

Sira iba a matarme.

Se quedó de pie delante de mí y entonces empezó a bajar mientras mantenía el contacto visual.

Llegó hasta mi intimidad y entonces abrió un poco mis piernas y hundió su lengua.

Mis rodillas se doblaron un poco y me agarré a su pelo.

Mientras, él se encargaba de chupar, lamer y hacerme ver las estrellas.

Sus manos apretaron mis muslos para mantenerme en pie.

Pero entre que me temblaban las piernas y sus movimientos, se levantó para mirarme sonriendo.

– Cariño, has perdido facultades.– se burló.

– Cállate.

– Encantado.

Entonces pegó sus labios a los míos y me cogió en brazos para subir hasta la planta de arriba.

– Elige preciosa: cama o ducha.

– ¿En cuál tienes más opciones?– pregunté sonriendo.

– En la cama.

Asentí y de un momento a otro estaba sobre esta.

Se quitó la ropa y se puso encima de mí.

– Quiero oírte, ¿vale?

Asentí a todo.

– ¿Has oído hablar del 69?

Casi me quedo sin aire.

– Sí.

– Entonces súbete encima de mí y gírate, rubia.

Obedecí a todo lo que me dijo y entonces miré su longitud.

Joder.

Hacía demasiado que no hacía sexo oral.

– Gavi...

Giré mi cabeza un poco para mirarle justo cuando él estaba agarrando mi culo.

– Hace mucho que no lo hago.

– Vas a hacerlo bien cariño.

Me miró con una sonrisa y sonreí.

Lo amaba.

Volví a girar mi cabeza y entonces la metí entera dentro de mi boca.

Le escuché gruñir y entonces se puso manos a la obra.

Levanté la cabeza para chillar un poco y escupí sobre su miembro.

Sus uñas se clavaron sobre mi culo y sentí que iba a morirme allí mismo.

Decidí mover un poco mi cadera y gruñó haciéndome sentir un escalofrío.

– No hagas eso, rubia.

Tragué saliva por su tono de voz y volví a meterme su miembro en la boca.

Subía y bajaba la cabeza al escucharle gemir.

Entonces me tensé y exploté cuando sentí que él explotaba dentro de mi boca.

Ambos nos quedamos en la misma postura para coger algo de aire y entonces me cogió en brazos y me tumbó boca arriba.

– Ahora sí que quiero escucharte.– dijo mirándome.

Lo miré sorprendida de que ya estuviera listo para otra ronda.