XXXVIII

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1 mes después

Me levanté de la cama y miré por la ventana para después lanzarle un cojín a Samuel.

– Ey.– se quejó recogiendo el cojín y me lo tiró de vuelta.

– Vete anda, es tarde.

– Pero no has bajado a por las chocolatinas.

– Creo que las he aborrecido de tanto comerlas.– dije riendo.

– Que chavala.– se levantó del sofá en el que estaba sentado y se puso la chaqueta.– Suerte mañana.

Le sonreí.

Samuel había empezado a bajar para verme pelearme con la dichosa máquina expendedora y nos habíamos hecho amigos.

Álvaro y Sophie venían a verme todos los días.

Y cuando el anuncio fue lanzado tuvo mucha fama, así que se había organizado una gala en la que se iba a modelar.

Yo entre una de las modelos.

Había empezado a ser bastante conocida y a veces era un poco raro.

La gente me paraba por la calle para hacerse fotos conmigo.

Sira había estado al tanto de todo y sabía que mañana tenía una gala importante.

Le dije que viniera, pero me dijo que no podía, pero que vendría a verme en cuanto estuviera desocupada.

Me acosté en la cama y me quedé dormida.

Me desperté y me fui al edificio donde estábamos trabajando y haciendo los últimos retoques de la ropa.

– ¿Estás nerviosa?– preguntó Mara mientras me abrochaba el vestido.

– Un poco.

– Relájate porque esta noche vas a estar espléndida.

Sonreí en modo de agradecimiento.

Después de aquello me fui al hotel y tras comer, me puse a ver una serie y descansé para estar lista para esta noche.

Me había obsesionado a una serie y ni siquiera me di cuenta de que ya iba tarde, así que después de ducharme y vestirme, salí corriendo hasta el palacio en el que se había organizado la gala.

Entré por la zona VIP y vi a Mara suspirar de alivio.

– Pensé que te había pasado algo.

– Maratón de una serie, eso ha pasado.

Mara me miro sonriendo a la vez que negaba con la cabeza.

Nos trajeron todo lo que yo debía llevar y tras cambiarme y que me peinaran y me maquillaran, salí para encontrarme con algunas modelos.

– Estás preciosa.– dijo Jennie sonriendo.

– Tú también.– dije sonriendo.

Estábamos escuchando al presentador de la gala y en nada tendríamos que salir para pasar por la alfombra roja y que nos hicieran alguna entrevista.

Después tenía que entrar y cambiarme para modelar.

Cuando nos dieron la señal, salimos y cada una fue a su ritmo.

Yo me paré sonriendo y sentí 800 flashes en la cara.

Me paré delante de una cámara.

– Hola Maddie, ¿cómo estás?

– Bien gracias.– sonreí.

– Sabemos que eres la más joven y la aprendiz, ¿Qué supone para ti estar aquí rodeada de tanto talento?

𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora