LIV

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Sira se fue de mi casa unas horas después.

Era de madrugada y me senté en el jardín con una taza de té en las manos.

Miré las estrellas pensando en que hacer y me levanté de la silla y cogí el móvil.

Miré su contacto varias veces y suspiré.

– Venga Maddie, llámalo.

Me metí en el contacto y solté un suspiro.

– Venga, joder.

Tiré el móvil al césped y bebí de la taza.

No estaba segura de lo que iba a hacer.

Sabía que si le llamaba todo lo que quería que me demostrara se iría al carajo.

Me agaché para coger el móvil de nuevo y entonces marqué el número.

Al segundo tono lo cogió.

– ¿Maddie?

– Hola, ¿qué haces?

– Pues estaba durmiendo, ¿ha pasado algo?

– No. Estaba en mi jardín mirando las estrellas y he pensado en llamarte.

– Me alegra escuchar eso.

Escuché algo de ruido de fondo, así que supuse que había empezado a pasearse por la casa.

– ¿Qué tal la noche?– preguntó.

– Bien, he estado con Sira y cuando se ha ido pues me he quedado sola, así que he pensado que echaba de menos tu voz.

Soltó una risita desde la otra línea.

– Yo también he echado de menos la tuya.

Sonreí y me senté en el césped.

– Gavi, esto va a sonar raro pero-

– Sí, Maddie, estoy montándome en el coche, enseguida estoy allí.

Sonreí.

– Gracias, te espero aquí.

Colgué y salí corriendo a la habitación para mirarme al espejo.

Me peiné un poco y cuando escuché el timbre bajé las escaleras de 2 en 2.

Llegué a la puerta y abrí.

Estaba allí, con una sonrisa de oreja a oreja.

– Hola.– dijo sonriendo.

Sonreí dejándole pasar y dejó la chaqueta en el perchero.

– ¿Quieres beber algo?– pregunté mirándole.

– Leche calentita.

Me reí y fui a la cocina, eché leche en un vaso y después lo metí en el microondas.

Le vi llegar a la cocina y se apoyó en la encimera.

Cogí unas galletas que le encantaban y se las lancé.

Me miró con una sonrisa y los ojos brillantes.

– Te has acordado

– Siempre me acuerdo.– dije acercándome al microondas y sacando el vaso.

Me siguió al jardín y nos sentamos en el césped mientras comíamos.

Empecé a tener frío y se colocó detrás de mí para darme un poco de calor.

– ¿Quieres volver dentro?

Asentí y nos levantamos para volver dentro.

– ¿Quieres ver una película?

𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora