𝐠𝐨𝐫𝐠𝐞𝐮𝐨𝐬.

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𝒚𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒔𝒐 𝒈𝒐𝒓𝒈𝒆𝒐𝒖𝒔 𝒊𝒕 𝒂𝒄𝒕𝒖𝒂𝒍𝒍𝒚 𝒉𝒖𝒓𝒕𝒔.

𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐎𝐌𝐍𝐈𝐂𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄

La cena para Enzo había terminado, llegó a su casa con cara de orto. Estaba cansado y no tenía ganas de hablar con nadie.

—Voy a llevar a la gorda a dormir—Ni siquiera la miró cuando lo dijo. Olivia se había quedado dormida en el auto y él fue quien la acuno hasta que su hija se quedará tranquila en su cuarto.

Desde la entrevista de Solana se sentía incomodo, como si tuviera una espina en el dedo chiquito del pie así molestaba la voz de ese don nadie que había escuchado. Después de arropar a Olivia bajo derecho a prender el televisor, no quería compartir la cama con Serena; no estaba preparado para contemplarla. Todavía sentía que le era infiel a Solana, a pesar de que ella estuviera recién llegada del aeropuerto y ya tuviera un nuevo pretendiente en Inglaterra. Lo peor era la sensación, aquella sensación que le llenaba el pecho de rabia. Enzo sabía perfectamente que Solana era demasiado para cualquiera, bastaba con una sonrisa que le pusiera los cachetes colorados para que cualquier mundano que estuviera frente a ella cayera en sus manos.

— ¿Todo bien?—Su cuerpo se sentó en el sillón y Enzo asintió sin dejar de jugar a la Play. La cabeza le daba vueltas pensando en ella, ¿qué estaría haciendo ahora? ¿alguien estaría con ella? ¿ese alguien misterioso ya la había besado? ¿ya la habría tocado? Nada podía sentirse peor que pensar esa sartada de cosas totalmente insanas.

—Sí, todo tranqui, ¿vos?—Serena había empezado a besarle el rostro y lentamente lo acariciaba, pero él no podía inmutarse. Quizás ella el doble de perfecta, el doble de linda físicamente y no tenía nada que envidiarle a Solana, o quizás sí había algo latente que Serena jamás tendría; el amor de Enzo—Sere pará, que estoy jugando—Chasqueando la lengua se alejó de la rubia y esta se quedó incrédula viéndola, creía casi imposible que él pudiera ser así, pero sí. Enzo la había rechazado.

— ¿En serio me vas a dejar de lado por un jueguito de mierda?—Se había cruzado de brazos y Enzo le puso pausa para mirarla.

—No tuve un buen día, el entrenamiento fue una verga. Me gritaron toda la tarde y cuando llegué quería acostarme a dormir, pero salí porque vos querías ir a comer con Olivia ¿me podés dejar jugar un rato antes de irme a dormir?—Había sido muy duro con ella y la rubia asintió alejándose del sillón. La escuchó sollozar en el pasillo y se quiso matar. A veces la cabeza de Enzo no asimilaba que aunque la mujer de su vida estaba lejos de él tenía a alguien que si lo quería.

Iba a ponerse de pie para ir a buscarla, pedirle perdón y decirle que aunque sea se quedé con él para cebarle mates mientras juega, pero el celular le sonó.

— ¿Qué haces llamándome a esta hora vos?—Apenas descolgó frunció el ceño pensando en por qué lo llamaría su compañero de selección.

— ¿Viste la entrevista de Solana?—Lisandro sonaba serio, él no lo hubiera llamado si no fuera de urgencia. No eran amigos, no eran cercanos, lo único que los unía era el insano amor por la misma mujer.

—Sí... ¿desde cuándo es tan mediática?—Apretó los labios, de todo lo que vio lo que más le extrañó fue verla desenvolverse frente a una cámara; Solana no era de los flashes y menos de la prensa. Había una razón por la que ella estaba exponiéndose, pero no sabía cuál.

—Lo hizo por tu culpa.

Enzo rodó los ojos tocándose la sien, el solo pensar que algo más que Solana hizo era su culpa le llenaba el corazón de rabia. Estaba harto de ser el culpable de sus acciones, desde que ella tomó la decisión de culparlo por cada plato roto que ella misma tiró, no duerme en paz pensando en lo que podría hacer.

SATURNO // TERMINADA (enzo fernández)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora