SATURNO // TERMINADA (enzo fernández)

⟶ 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐦𝐞𝐜̧𝐚𝐫.

❝𝒆 𝒉𝒐𝒋𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒗𝒂 𝒑𝒆𝒏𝒔𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒎 𝒗𝒐𝒄𝒆̂ 𝒆𝒎 𝒕𝒖𝒅𝒐 𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒖 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒊𝒂 𝒕𝒆 𝒅𝒊𝒛𝒆𝒓 𝒎𝒂𝒔 𝒏𝒂̃𝒐 𝒕𝒊𝒗𝒆 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒈𝒆𝒎 𝒅𝒆 𝒇𝒂𝒍𝒂𝒓❞

(𝒀 𝒉𝒐𝒚 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒑𝒆𝒏𝒔𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒏 𝒕𝒊 𝒆𝒏 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒊́𝒂 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒓𝒕𝒆, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒏𝒐 𝒕𝒖𝒗𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒂𝒈𝒂𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒍𝒍𝒂𝒎𝒂𝒓)

Argentina.

Solana estaba en la habitación preparándose para salir al asado de cumpleaños de Ota. Habían pasado dos días en casa de Nicolás hasta que apareció Julián, la primera impresión del cordobés al ver a su mejor amiga fue un tanto rara.

Me acuerdo de que me estaba bañando en el baño privado de Nico cuando escuché un chillido de una chica y salí corriendo con una toalla envuelta. Las únicas en casa éramos Mimi y yo, Ale estaba en su casa en Puerto Madero y Nicolás había ido a comprar para cenar.

— ¿¡Quién sos!? ¿¡Por qué entraste sin preguntar!?—Le gritaba Mimi desde el pasillo a la persona que había abierto la puerta. La miré extrañada y asomé a mirar.

— ¡¿Y está loca?! ¡Solana!—Conocía ese acento donde fuera.

—Ah... pelotuda me re asustaste, es Julián—Contesté haciendo que mi amiga bajara el bate de beisbol de Nico y me acerqué más a la puerta. Julián estaba parado en el marco de la puerta con las llaves de Nico y una valija.

—Me encontré con Ota en el pasillo, me dio las llaves para que suba y esta loca casi me mata con el bate ese.

—Mimi, él es mi mejor amigo Julián. Julián, la loca del bate es Mimi

— ¿Cómo podés entrar así a una casa que no es tuya?

—Bueno no es mi culpa que seas tan desconfiada

—Bueno che, dejen de pelear que recién se conocen ¿me vas a dar un abrazo vos?—Pregunté mientras me interponía entre los dos y aunque estuviera llena de jabón y shampoo en el pelo Julián me abrazo con fuerza mientras me daba un beso en el cachete

—Como te extrañaba pedazo de moquera ¿Cómo has estado?—Pregunto mientras entraba dejando la valija en el comedor

—Bien, dame 15 que me termino de bañar y seguimos charlando.

No hice más que irme que escuché una discusión, Mimi y Julián no habían congeniado bien. Ella le respondía mal cada vez que el cordobés abría la boca, y Julián le respondía con sarcasmo a cada cosa que decía la rubia, eran bastante similares en carácter y en mirar con cara de orto a todos, en especial entre ellos dos. Me daba risa porque se notaba mucho la tensión entre los dos, me recordaba a Enzo... y a mí.

Salía de mis pensamientos mientras terminaba de aplicarme rubor ligero, Mimi ya estaba lista y Julián se estaba perfumando.

— ¿Ya estás pared revocada?—Preguntó mi amigo y lo miré con cara de asco.

—Al menos a mi no me salen granos por estrés—Contesté frunciendo el ceño. Teníamos peleas dignas de hermanos.

— ¡Lo estoy tratando!—Grito desde el otro lado del baño y rodé los ojos.

—Bueno che... tampoco es que seas feo con granos, alguien te va a querer así. Yo no, pero alguien sí—Contesté riéndome mientras me retocaba el labial por última vez.