𝐚𝐮𝐠𝐮𝐬𝐭.

525 44 11
                                    

𝒃𝒂𝒄𝒌 𝒘𝒉𝒆𝒏 𝒘𝒆 𝒘𝒆𝒓𝒆 𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍 𝒄𝒉𝒂𝒏𝒈𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒕𝒉𝒆 𝒃𝒆𝒕𝒕𝒆𝒓.

𝐄𝐍𝐙𝐎'𝐬 𝐏𝐎𝐕

—Dejame terminar—Tragué saliva intentando pasar esa bola que tenía en la garganta cortándome la respiración. Esta no era la forma en la que yo me había imaginado que ella me iba a pedir perdón, estaba llamándome a las 2 de la mañana, se escuchaba música atrás y podía jurar que estaba llamándome desde el cumpleaños de su hermano. Esto significaba que no estaba siendo sincera, alguien la había obligado a esto—A pesar de que la culpa de esto la tenga Lisandro, yo fui la que le creyó y repercutió todo. Si no hubiera sido por mí, quizás Julián y vos seguirían hablándose. Y lamento tanto...—Alcé las cejas cuando escuché que se le quebró la voz, efectivamente Solana no estaba en sus cinco sentidos ¿lamentándose por Julián y por mí? Esto no era normal de ella—Todo lo que te hice desde ese momento, Lisandro me contó todo. Me dijo que fue de él la culpa de la información que se iba a filtrar, que Indira y Serena no fueron las de la idea. Que vos fuiste el que me ayudo, gracias por eso.

Me quedé callado, quería decirle que aceptaba su disculpa. Ella quería limpiar su conciencia con esto, y yo me dio un poco de bronca ¿por qué tenía que ser tan egoísta siempre?

Quizás era yo que la estaba demonizando, pero no podía verla con otros ojos. Ella se había ganado todo este rechazo de mi parte.

—Con tal de que me hayas escuchado, no es necesario que digas nada. Buenas noches, Enzo.

Rodé los ojos colgándole la llamada, a veces Solana tiene que entender que no todos vamos a estar de acuerdo con su estilo de vida y sus disculpas dramáticas una noche de borrachera.

Me di la media vuelta y me volví a abrazar a quién tenía al lado.

— ¿Quién era?—Me murmuró al oído

—Nadie importante.

(...)

Sabía que era su cumpleaños, había soñado con ella. Era absurdo decirlo, pero soñé sin mi consentimiento con ese departamento que tenía cuando vivíamos todos en Buenos Aires.

Solana como todas las noches estaba sentada en su escritorio con un Word abierto buscando alternativas para la fiesta y yo llegaba del segundo turno de entrenamiento con River. Al lado mío Julián venía riéndose de algo que ahora no me acuerdo, pero si me acuerdo del hambre que teníamos.

—Amigo ¿queré?—Julián levantaba una patita de pollo y haciendo una mueca asentí.

—Voy a buscar a Solana—Mientras masticaba le guiñaba un ojo a mi amigo.

— ¿A tu señora?—Las cejas de Julián subían y bajan haciéndome reír.

—Cállate culiado, te va a escuchar—Me reía, pero estaba nervioso. Ella siempre había puesto nervioso, cada vez que me miraba a los ojos me sudaban las manos. Había sido la chica más linda que alguna vez se dio vuelta a mirarme y todo en ella era hermoso. Me habías sacado el quini con alguien como Solana.

Ni siquiera toqué la puerta cuando entré y el recuerdo de su perfume, el olor a limpio en toda la habitación. La ropa ordenada y ella sentada en pijama en frente del escritorio se hicieron presente. Recordaba cada momento en esa habitación, a ella sentada mirando la computadora con cara de culo mientras se exprimía el cerebro pensando en cosas para la fiesta y yo admirándola por ser quién era.

Entonces, antes de hablarle o que ella notará que estaba parado a sus espaldas, algo me despertó.

Me despertaba con la alarma del celular, no me acordaba de haberla puesto.

SATURNO // TERMINADA (enzo fernández)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora