⟶ 𝐢'𝐦 𝐭𝐢𝐫𝐞𝐝.

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❝𝒉𝒆𝒚, 𝑳𝒐𝒓𝒅, 𝒚𝒐𝒖 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒊'𝒎 𝒕𝒓𝒚𝒊𝒏𝒈❞

Madrid.

Julio había llegado y yo seguía buscando por revistas el vestido perfecto, miraba y miraba, pero ninguno me convencía. Estaba enojada porque nada me gustaba, ni las flores, ni los centros de mesas, la música para entrar era una porquería y el traje de Dominik todavía estaba pasando por la tintorería, así que ni siquiera se lo iba a probar antes de Diciembre.

—Amor ¿escuchaste lo que dije?—Me preguntó Dominik mientras yo levantaba la cabeza con el ceño fruncido.

Empezamos a convivir juntos hacía unos meses, me gustaba tenerlo cerca, me traía a la tierra. Al cuento de hadas que quería vivir, él era mi príncipe y yo su princesa. Me trataba bien y siempre estaba pendiente a mi medicación, Dominik hacía todo bien ¿pero yo? Yo era un desastre, me olvidé dos veces las fechas de nuestro compromiso y nuestro noviazgo. Andaba por las nubes y me estresaba que todo me saliera para el orto.

—Si decime—Dije calmando mis expresiones.

—Te decía que te ves muy cansada ¿no quieres tomar un baño? Yo preparo la cena así tú te puedes relajar—Decía mi novio mientras se ponía de pie para darme un beso en la coronilla. Era perfecto.

—Me gustaría Dom... pero esto del compromiso me tiene muy estresada amor, ¿sabes que la florista armo mal el ramo? Es violeta y blanco, la estúpida le puso unas flores con pintitas azules y me cagó todo el proceso—Dije mientras me apretaba la sien.

—Hey... no todo tiene que ser perfecto a veces.

— ¡Es nuestra boda! ¡Todo tiene que estar perfecto!—Grité viendo como Dominik alzaba ambas cejas mirándome con una expresión incrédula. Le había gritado a mi novio, a la última persona que debía gritarle. Él jamás me había hablado mal, ni cuando se entero de mi adicción, jamás se porto mal conmigo y otra vez la culpa me tachaba el pecho.

—Hey... tranquila. Solo, déjame que llame a la wedding planer, ella puede ayudarnos amor—Murmuró poniendo su mano en mi hombro y yo suspiré sintiendo que estaba por llorar—Amor no... no llores, hey tranquila. Estoy aquí—Dijo mientras se ponía en cuclillas para abrazarme—Te amo, pero eres una control freak que da miedo—Intentó hacerme reír y yo me sequé las lágrimas sonriéndole.

—Te amo—Murmuré.

No, no lo amas. Esa voz otra vez.

—Dom ¡Dom bájame!—Le llamé la atención cuando me agarró por la cintura levantándome en su hombro— ¡¿A dónde me llevas loco?!—Grité riéndome.

—A darte un baño, mi futura esposa no puede no oler a rosas—Dijo mientras me palmeaba las nalgas haciéndome reír.

Extrañaba a Mimi, mi amiga se había ido del edificio y ahora seguramente estaba en un lujoso departamento en Manchester. Ah porque no lo dije, pero después del mes de abril, Mimi se había ido a Manchester porque Vogue London vio su trabajo este último año y decidieron enviarla a trabajar con las grandes figuras europeas a Londres. Igualmente sabía que Julián tenía algo que ver en que mi amiga mágicamente quisiera aceptar el trabajo de Vogue afiliada con Condé Nast. Era una super noticia para Mimi, ya que se estaba haciendo conocida por muchos famosos, y pronto iba a ser contratada para fotografiar la final entre el Manchester City y el Chelsea.

Claramente fui invitada de honor para el partido y todavía seguía pensando en ir para ver a mis mejores amigos, y al mismo tiempo sabía que él iba a estar ahí. No sé si me iba a ver, ni siquiera seguía los partidos del Chelsea para no verlo, pero Ota me comentó en un almuerzo que Enzo estaba a dos pasos de convertirse en el capitán del Chelsea.

SATURNO // TERMINADA (enzo fernández)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora