𝐭𝐡𝐞 𝐰𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫 𝐭𝐚𝐤𝐞𝐬 𝐢𝐭 𝐚𝐥𝐥.

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𝒕𝒉𝒆 𝒍𝒐𝒔𝒆𝒓𝒔 𝒔𝒕𝒂𝒏𝒅𝒊𝒏𝒈 𝒔𝒎𝒂𝒍𝒍 𝒃𝒆𝒔𝒊𝒅𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒗𝒊𝒄𝒕𝒐𝒓𝒚

𝐒𝐎𝐋𝐀𝐍𝐀

Me sentía aturdida, a mi alrededor sí escuchaba gritos, la sensación de tener frío de repente se me trepó por la piel de la pierna que estaba desnuda. Quería contener las lágrimas concentrándome en algún punto del partido, pero se me estaba llenando de rabia el corazón.

—Amiga... menos mal que te encontré antes de que alguien les sacará fotos porque...—Mimi seguía hablándome mientras acomodaba la cámara para fotografiar la salida de los chicos del City, pero no podía prestarle atención.

¿Y si me decía la verdad? ¿y si Lisandro mintió? A todo esto, ¿por qué él me mentiría? Eran absurdas y molestas las preguntas que tenía por la cabeza. Chasqueé la lengua de bronca y todavía seguía estática mirando el pasto intentando no quemarme los pelos pensando en lo que Enzo me había dicho. Le daba vueltas de todas las maneras posibles, pero seguía confundida de cómo se le ocurría ser tan atrevido de mentirme así, cómo se atrevía a ser tan hijo de puta. Ahí es donde te das cuenta de que no importa cuánto me quiera alejar de él, Enzo siempre me va a querer ver bien a su lado y destruida lejos de él. Más pensaba y más sentía que estaba a punto de llorar, cuando escuché que Mimi me volvía a llamar.

— ¿Lana, me estás escuchando?—Levanté la mirada y ella dejó la cámara de lado para verme— ¿Estás bien?—Mimi se alarmó, pero yo no quería hacer un papelón en la zona de prensa y antes de que mi amiga me dijera algo negué con la cabeza y me puse de pie rápido para irme al pasillo de salida de los jugadores buscando el baño.

Por un momento me perdí y divagué en preguntarle a un guardia, hasta que una voz se escuchó a lo lejos.

—Hey... ¡hey Lana!

Estaba esquivando gente intentando recordar donde estaban los baños cuando alguien me retuvo en el camino, quería soltarme del agarre hasta que me di cuenta de que estaba en los brazos de Rúben otra vez.

— ¿Qué sucede, por qué estás llorando?—Levanté la mirada y me crucé con sus ojos, él no siguió preguntándome nada y me abrazó con cuidado. Me limpió la cara con los dedos y aunque tuviera el ceño fruncido por no entender qué pasaba, lentamente sus ojos se fueron encontrando con los míos mientras se acortaba la distancia de nuestros labios.

— ¡Rúben!—Un acento extranjero se escuchó y miré a quién venía hasta nosotros. Joao salía de la fila del Chelsea para saludar a su compañero de la selección portuguesa. Desvié un poco la mirada para encontrarme a Julián y lo que vi me terminó de incomodar.

Julián charlaba con alguno del Chelsea, que en este momento no tengo idea quién es, y liderando la fila del Chelsea el capitán mirando la nada con los brazos atrás y con el ceño fruncido. Enzo ignoraba a Julián y a mí, Julián ignoraba a su mejor amigo y eso me destruyó. Ninguno de los tres parecía que se reconociera, parecíamos completos extraños. Todo lo que habíamos vivido como amigos estaba volviéndose polvo en el viento. Me odie por ser el motivo del porque estos dos mejores amigos hoy en día ya ni siquiera se miraban. La culpa se me estaba metiendo en el cuerpo, pero una voz me descolocó.

— ¿Eres la famosa Solana no? Un gusto conocerte, Joao—Él me sonrió estirando la mano y yo estreche la mano asintiendo. Quise alejarme un poco de Rúben para hablarle, pero en su lugar Rúben me retuvo de la mano.

—Joao, ¿nos das un segundo por favor?—El castaño asintió guiñándole un ojo a Rúben y se fue a posicionar en su fila, Rúben me miró con confusión y suspiré intentando mirarlo a los ojos— ¿Está todo bien?

SATURNO // TERMINADA (enzo fernández)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora