𝐦𝐲 𝐭𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐫𝐢𝐜𝐨𝐜𝐡𝐞𝐭.

599 47 4
                                    

𝒆𝒗𝒆𝒏 𝒐𝒏 𝒎𝒚 𝒘𝒐𝒓𝒔𝒕 𝒅𝒂𝒚, 𝒅𝒊𝒅 𝒊 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒓𝒗𝒆, 𝒃𝒂𝒃𝒆, 𝒂𝒍𝒍 𝒕𝒉𝒆 𝒉𝒆𝒍𝒍 𝒚𝒐𝒖 𝒈𝒂𝒗𝒆 𝒎𝒆

𝐒𝐎𝐋𝐀𝐍𝐀'𝐬 𝐏𝐎𝐕

— ¡Te podés apurar, Lautaro! ¡Vamos a llegar tarde a tu propio cumpleaños!—Agustina estaba como loca.

Con Nina nos quedamos mirando con los ojos bien abiertos cuando la escuchamos gritar.

—A la puta que estás apurada mamá—Nina había dicho una mala palabra y yo me tapé la boca impresionada por la barbaridad que había salido de la boca de mi sobrina.

— ¡Ay, Nina!—Me estaba aguantando la risa mientras la mocosa se reía a carcajadas tapándose la cara. Era tremenda como todos los Martínez.

— ¡Nina! ¿Quién te enseñó a decir eso?—Agustina estaba parada en frente del sillón con el ceño fruncido y yo levanté las manos en forma de salvataje. Yo no había sido.

—Te debe haber escuchado a vos, mal hablada—Mi hermano aparecía señalándome con el mentón.

Me sentí completamente insultada.

— ¿Perdón? El que empieza a putear cuando ve a Racing sos vos, nene—Indignada y levantando la voz le hablé a Lautaro que chasqueaba la lengua acomodándose la camisa.

—Vamos, que si no llegamos tarde—La rubia aplaudió y los tres nos pusimos a caminar atrás de ella. Parecíamos peones. En cuanto mi cuñada hablaba un poquito fuerte los tres estábamos atrás de ella caminando o haciendo lo que decía, ya sabemos que mi hermano no pincha ni corta en esta casa—Y vos Nina, te llegó a escuchar decir otra mala palabra y te lavo la boca con jabón.

Nina iba de la mano conmigo, estábamos por subir al auto cuando le respondió a la madre.

—Es rico el jabón—Inocente y risueña le respondió a Agustina, la que se dio la vuelta para mirarla como si estuviera diciendo una barbaridad.

— ¡Nina!—Lautaro le llamó la atención del otro lado del auto y yo me reí haciéndola reír a ella también. Entre las dos éramos muy cómplices, y más ahora que estaba creciendo conmigo acá.

—Te salió re contestona—Mientras alzaba a mi sobrina en brazos para subirnos al auto me burlé de mi hermano, como siempre.

—Igual a la tía—Mi hermano dijo en un suspiró mientras se subía al auto y me mordí el labio inferior.

—Cállate, marmota—Le hice una seña con la mano que nada que ver y Nina, que estaba sentada al lado mío, hizo lo mismo.

—Cállate, marmota.

No me contuve, me largué a reír muy fuerte. Cada día más aparato esta pibita.

𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐎𝐌𝐍𝐈𝐒𝐂𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄.

Los Martínez iban en el auto derecho a la fiesta de cumpleaños de Lautaro Martínez. El delantero del Inter de Milán estaba cumpliendo 28 años y su familia había venido directo de Bahía Blanca para estar todos juntos.

Los compañeros de la selección, aquellos más cercanos, estaban presentes en la ceremonia. Todos estaba contentos de poder estar ahí, todos sentados en la misma mesa. A pesar de la presencia de uno que estaba inquietando al resto.

— ¿Quién mierda lo invito?—La novia de Julián Álvarez, Melisa Paéz le decía a Carolina Calvagni, entre dientes y con media sonrisa fingida.

—No sé, pero cuando Agustina lo vea se va a armar un terrible quilombo—La rubia le respondía de la misma manera. Todas las chicas, las esposas y novias de los jugadores de la selección, estaban juntas en una mesa esperando por el asiento libre junto a Melisa.

SATURNO // TERMINADA (enzo fernández)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora