"Susurros del Viento"

C:13

-Lamento presentarme luego de tanto tiempo, joven Venti.

-Maestro Ayato, no debe disculparse, es un honor para mí, escuche tanto de usted.

La casa de Té Komore, una tienda a la cual el clan Kamisato usaba de segunda base, a veces.

-El gusto es mío, recibir a un conocido de la gran sacerdotisa es todo un honor para la Comisión Yashiro.

-¿Conocido? Eso es un gran título para un simple bardo como yo, la gran sacerdotisa solo tendió una mano en mi ayuda.

-Bueno, los extranjeros no son bien tomados por gran parte del poblado, con las restricciones sería difícil.

-Aun más con gente de Mondstadt, Liyue es una nación con la cual comercian por lo que es casi normal en el puerto de Ritou  ver personas e Liyue, que vienen de una nación donde nació la Mora.

-Es inevitable negarlo, hay productos que la materia prima viene directo de Liyue.

-Tambien vi varios eruditos de Sumeru, aunque estos están más centrados en la vieja historia y ruinas de esta nación, no veo que le den un trato más tosco, tambien varias personas de Fontaine, es un tanto rara su forma de ser pero…la forma de actuar del poblado de Inazuma es curioso, cuando se trata de la nación de la libertad.

El bardo habla demasiado, era lo que pensaba el líder del clan ¿esa charla era una manera de evitar sus preguntas?

-¿Se ha sentido mal recibido?

-La verdad es que poco y nada me preocupa, solo soy alguien que esta de paso, venir a ver viejos amigos y el paisaje de Inazuma. Pero si me preocupa alguien que lleva en su sangre un poco de linaje de la libertad.

Thoma, fue lo primero que llego a la cabeza del espadachín, ese rubio amable y bueno que le juro lealtad.

-¿Sucede algo con Thoma?

-Es un buen chico, gran cocinero y con hermosas habilidades para el hogar. Además tiene modales impecables y cuando hablamos me recuerda  a Mondstadt. Se la razón por la termino aquí, era solo un viaje para encontrar a su padre nuevamente pero por poco y muere, porque nació en Mondstadt lo han tratado mal o con desdén.

-Me encargare de q-

La mano levantada del bardo detuvo la oración que Ayato formulaba.

-No, eso será peor. Él es como yo, tampoco le molesta lo que digan y lo que hace es con cariño y pasión… yo no juzgo, maestro Ayato, me gustan los poemas, las canciones, aun más cuando tratan de amor y cariño. Siendo como es, creo que Thoma necesita un poco de eso, no tiene a su familia aquí…su padre seguramente falleció y él debe saberlo pero no quiere afrontarlo, su madre esta en otra nación y él se mantuvo firme para sobrevivir aquí, gracias a la comis- me equivoco, gracias a usted.

-¿Qué me quiere decir con eso?

-Sus ojos se iluminan cuando habla del joven amo, al igual que acaban de oscurecerse los suyos al escuchar como es tratado a pesar de su amabilidad y bondad que tiene.

El pálido rostro del espadachín quedo rojo ante lo dicho, tosiendo para disimular la vergüenza que sentía, trato de calmarse y evitar algo tan personal ¿Por qué era tan descarada la forma en que insinuaba las cosas ese bardo?

-Como dije, no juzgo. Su hermana tambien quiere a Thoma y ambos se llevan bien, aun mas por la vida que lleva su hermana como rostro publico del clan, se animan entre sí pero si usted esta un poco más presente, creo que las cosas irán bien.

-Lo sé, sé que mi ausencia a veces causa… inconvenientes a menudo.

-Todo lo que dije es solo una observación mía,  las cosas nunca salen como uno planea y eso tambien engloba algo trivial como pasar tiempo con la familia.

•••

-¿El tiempo con los Kamisato ya termino?

-No podía quedarme más tiempo, la cabeza de la fmilia ya sospechaba demasiado y no puedo quedarme en un solo lugar, extrañare la cocina del pequeño Thoma.

La Kitsune bservo al bardo con una sonrisa. Realmente era rara la interacción de un arconte con mortales, Shogun Ei lo era tiempo atrás pero ahora es algo casi nulo de ver.

-Un pajarito me conto que hace unos días, estaba de curioso por las islas del sur.

-Ehe ~no creo que te lleves bien con ningún pajarito, Kitsune ~

La pelirrosa sonrió, no eran tan diferentes sus personalidades pero a diferencia, ella lo mostraba con todos y el arconte anemo se reservaba con sus más cercanos.

-Imagino que no es un entorno agradable el que hay por ahí.

-No puedes estar más en lo correcto, no imagine que tuvieran tanta fluctuación en las líneas ley.

-La corrosión ha sido demasiada y las raíces del cerezo están dañadas por las mismas… lo único hasta el momento que se pudo hacer fue sellar esa especie de tumores, la capacidad de las sacerdotisas de ahora…aah que pena dan. Además que estoy atrapada aquí, vigilando que Ei no haga nada… haga algo más que arruine la “paz” que se mantiene.

-Je… parece que el viajero tendrá un gran y pesado trabajo esperándole.

-¿Qué planeas ahora? ¿Ya es tiempo de regresar a los vientos de tu nación?

-Ah, me gustaría pero aun queda el oeste de Inazuma.

-Oh asi que seguirás de curioso, bueno… por desgracias la Isla Yashiori es un poco inestable y con una gran presión electro, aun siendo un arconte seria sospechoso para Shogun Raiden. Dejando eso de lado, tambien hay un cuartel  que debes rodear para no ser sospechoso, la antigua fragua Tatarasuna es inestable asi que mejor ve por la playa.

-Vaya, no parece que tengan ni una zona libre de electro.

-Pero hay una pequeña zona estable, tengo el rumor que una base militar de la resistencia se encuentra ahí, tal vez puedas amigarte con algunos aunque seguramente muestren sus armas rápidamente.

-Quizás con un poco de música pueda llegarles al corazón… aunque seré precavido, la guerra no es un juego.

-¿Intentaras ayudar?

-No, a pesar de todo es una guerra ajena a mí. Simplemente investigare un poquito, ser un extranjero ahí es mejor que en esta parte de la nación.

-Aun asi, presiento que  algo harás.

-Jum… eso lo sabrá el Venti del futuro, ahora simplemente quiero esperar un poco para irme.

-¿Tienes idea de cómo hacerlo?

-Sí, esperare a que anochezca.  Asi que seguiré por aquí.

-¿De verdad? Entonces puedes acompañarme un momento a la Editorial, aunque…vestido asi llamaras demasiado la atención.

-¿Eh? ¿Vestido como?