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Los días vacacionales de Zhongli comenzaron a disminuir, aunque la actividades variaban, tanto como ir de pesca con su manzanita en las orillas del lado Sidra, recolectar frutas y otras cosas, que a escondidas dejaban en las puertas de la catedral, ya que Venti le gustaba dejar obsequios o ayuda para las monjas en el orfanato o algún otro habitante de la nación que necesite ayuda.

Cuidar de su bardo mientras con sus vientos, ayuda a las cometas de los niños a remontar en los cielos… a ojos del adeptus, Venti adora los niños, mucho. Entre otras actividades, sumamente normales, ambos se sentían muy bien, incluso, cenas en el viñedo del Amanecer, junto a la bruja electro y caballera dandelion.

-Por cierto Venti, en la tarde llegaron cartas desde Inazuma.

-¿De verdad? ¿Y eso porque? No me digas que el viajero ahora tiene problemas.

-Para nada dulzura, Jean dijo que son cartas, incluso para nuestro gran jefe alquimista.

-Oooh, el joven Albedo ¿no?

-Y tambien para ti, aunque a diferencia de Albedo, tu invitación la envió Kamisato Ayato, el líder de la comisión Kamisato.

-¿Aah? ¿Ayato? No me esperaba escuchar ese nombre otra vez.

-Me gustaría me dijeras como lo conociste.

-Oooh ¿Celosito?

Entre risitas, Venti termino abrazado al arconte geo, sentando en su regazo.

-Según recuerdo, te quedaste en su casa… hablaste de un hombre que es de Mondstadt, que cocinaba bien y que andaba en coqueteo con su jefe.

-Hasta Diluc lo recuerda, entonces Kamisato Ayato es el jefe.

-Asi es ¿pero a que me invitan?

-Parece que realizaran un evento llamado Festival de Irodori, contrataron a un par de bardos pero en especial esperan por ti, me pregunto por qué.

-Ser el mejor bardo de todo Teyvat sirve de algo, tengo ganas de ir, hay mucha gente que quiero ver.

-Me tranquilizaría que no bebieras en ese viaje…pero sé que es difícil, Albedo llevara a Klee, por favor, si puedes vigilar un poco a esa niña, me aliviaría.

-Lo hare… Me gustaría que vinieras, pero regresaras al trabajo nuevamente y ADEMAS, debes cuidar de Xiao.

-Aunque te diga que él es mayor… lo hare, solo no hagas locuras en Inazuma y… no te acerques mucho a ese hombre, Ayato.

Con una sonrisa, Barbatos abrazo a su amado y siguió la charla con sus amigos, comentando cosas de Inazuma que sabía, mas no aclaro bien como aunque algunos suponían, cosas que quería traer o ver si podía, ya que al ser reciente la apertura de Inazuma, aun faltaba tiempo para dicho festival.

A pesar de vivir cerca del viñedo, al finalizar el encuentro, decidió llevar al castaño a la Puerta de Piedra, pues estando en las cercanías del territorio de Andrius, las ráfagas frías que a veces salía de su  dominio, eran suaves y relajantes, ya que cuidaba mucho a su manada.

-Sé que me quieres contar algo ¿Estoy en lo cierto?

-Sí, que perspicaz… días atrás antes de que vinieras o el viajero regresara, hablaste con Xiao.

Morax no parecía sorprendido de la capacidad de Barbatos de enterarse de todo, mas sí que guardara silencio tanto tiempo.

-No lo tomes como un reclamo, ya que entiendo bien lo que Xiao siente y que por lo mismo no te opusiste a ello. Aunque era un tanto torpe y algo bruto, el tiempo que conocía a Bosacius, me pareció un ser muy animado y protector, un hermano mayor que adoraba jugar con sus hermanos pequeños, sobre todo por Xiao y su pasado.

"Susurros del Viento"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora