"Susurros del Viento"

C:66

Apenas pasaban dos, dos días desde que Barbatos zarpo y eso tenía un tanto malhumorado a Zhongli.

Apenas se quedo cuatro días con él y tuvo que irse ¿Por qué esa invitación no se perdió o la carta llego aun mas tarde? Aunque quizás el mismo Venti hubiera volado hacia Inazuma ¿Pero y si Beelzebu lo baja de un rayo? Después de todo, no tenían una gran relación como la tuvo con Baal, asi que era una posibilidad. 

-¡¿SENSEI?!

“Oh no… ¿Childe?”

-¡Señor no puede entrar aquí gritando en este espacio de trabajo y menos molestar al asesor!

-¡Pero tu tambien estas gritando, solo quiero ver al Sensei

-Childe.

Los empleados se quedaron quietos un momento y luego se fueron a realizar su trabajo cada uno por su parte, para ellos, Zhongli era un hombre muy trabajador y diligente en sus tareas, con mucho conocimiento y paciencia para explicar cada detalle sobre ello, asi que rara vez podían verlo actuar algo estricto y enojado, no con la expresión facial pero si con la voz.

-¡Sensei!

Claramente al heraldo no parecía afectarle el cambio de voz, incluso lo animaba para pedir un combate al dios de la piedra y seguramente aceptaría estando enojado.

-Ven aquí.

Como si de un joven cachorro se tratara, se llevo al joven por el cuello de la chaqueta a su oficina, no quería mas alboroto y menos con su poco humor disminuyendo.

-Childe, te lo he dicho varias veces, no puedes entrar asi aquí y alterar el orden del trabajo del resto de los empleados, menos vociferar de esa manera en una funeraria.

-Pero no me querían decir si usted estaba aquí o no ¿Cómo podía estar asi de tranquilo?

-Si no te respondieron ¿No pensaste que fue porque yo pedí que no quería interrupciones?

-… Bueno, no lo pensé ya que de todos modos entraría directo aquí.

Un pesado suspiro salió de los labios del castaño, solo quería distraerse con el papeleo para no pensar en la seguridad de su pareja, pero justo llego el niño loco de las peleas.

-Childe, dime ¿Ahora qué quieres? Es demasiado raro que estés aquí después de tu ausencia.

-Pues, por el momento no me han designado ninguna misión y Liyue siempre es tranquila para descansar unos días, además siempre es interesante hablar con usted.

-¿Qué tiene de interesante? Ya hable de casi todo Liyue, al menos de lo que puede ser interesante para ti.

-Bueno, es verdad, pero me gusta ver su expresión al explicar todo, aunque ahora tenga esa cara ¿Ha sucedido algo?

-Tengo trabajo, Childe. Ahora mismo debo ir a la aldea Chingsen, asi que no seas imprudente mientras no estoy en la ciudad.

-Entonces seré su guardaespaldas, es un largo camino  seguro hay muchas criatura para pelear ¿No le parece mejor para que no cause “problemas”?

Ahora mismo, Morax era capaz de comer una sopa de mariscos a cambios de que Tartaglia no le siguiera, pero ese sacrificio no serviría de mucho y la verdad que pusiera entre comillas la palabra problemas, cuando claramente los causaría… tal vez llevar a un cachorro sin correa en la pradera seria más efectivo.

-No me dejas otra opción, espérame en las afuera de la ciudad, en un restaurante cerca de la estatua de los siete al norte, en tres horas estaré ahí.

Ante la positiva respuesta del castaño, el alegre arquero salió de la oficina sonriendo de oreja a oreja, mofándose ante los empleados que evitaron su ingreso minutos atrás.

-Sr. Zhongli, usted tiene una gran paciencia y amistad con ese hombre tan… molesto.

-Lamento que nuevamente que haya causado molestias a todos, ¿La directora?

-La Srta. Hu Tao salió a brindar sus… ofertas a la señora de los juguetes y visitaría al dueño de la cada de té.

-… ¿Se fue sola? Llegaran quejas de los ciudadanos, le advertí que no debía seguir  con ese marketing tan… de ella.

-Nos encargaremos, después de todo mayormente escribimos mas disculpas que otro tipo de trabajo. La directora aviso que usted debía salir por un trabajo fuera la ciudad, asi que hasta que regrese manejaremos todo.

-Esta bien, pero no se descuiden de la directora, ella debe cumplir con su deber.

Aunque dio tres horas para ver a Tartaglias, solo lo hizo para descansar la cabeza un momento y solo pensar en su manzanita con boina. Tambien quería llevar algunos medicamentos de la farmacia Bubu, aunque la directora y el doctor Baizhu no tuvieran la mejor relación, el doctor siempre asiste a la gente por lo cual se habia ofrecido anterior mente en llevar los medicamentos que necesitaran los aldeanos.

-Venti… por favor espero no estés haciendo algo grave.

Aunque era tal el deseo de Rex Lapis, seguramente no podía imaginar que ahora mismo, al otro lado del océano, tenían de sospechoso a su querido bardo, por robo y por borracho.

° ° °

La hora acordada llego y no fue sorpresa para Morax ver un almuerzo en la mesa donde Childe le esperaba, era casi normal cada vez que el joven llegaba a Liyue. No comió mucho ya que incluso el Dr. Le invito a almorzar un momento antes de partir, por lo cual casi todo se lo comió el heraldo, quizás con el estomago lleno no haría tanto desastre en el camino al aldea.

-Sensei ¿No quiere que lleve esa caja por usted?

-Es tan seguro dejar esta caja contigo como poner un slime hydro y electro juntos, solo mira el paisaje… sin destruir todo.

-Ser comparado con slime, eso duele. Pero mientras pueda ir junto a usted, no me molesta para nada.

Podría tener 6 milenios de edad, haber soportado decenas de guerras e incluso ver varias muertes, pero no estaba atrofiado para notar el muy obvio cortejo del heraldo ¿Por qué continuaba? Aunque se negase a varias invitaciones e incluso regresar los obsequios, este continuaba insistiendo. Pero decir que estaba en una relación, sería peligroso, no solo por la respuesta de Tartaglia, sino tambien por Venti.

No solo fueron arcontes, sino que seguían siendo dioses, Zarisa con sus planes podía malinterpretar todo y mantener mas la vista en ambos, no estaba seguro pero por el momento, su relación debía ser algo de ellos y sus allegados… el actual tiempo no verían con buenos ojos la relación de dos hombres “mortales”.