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-Vamos, vamos, repítelo una vez más.

-Venti, por favor…

El gran Morax habia sido captura en plena declaración sentimental, no imaginaba que el bardo se habia escondido en el armario de aquella habitación ¿Por qué siempre se enteraba?

Aunque en ese momento Venti solo sonrió ampliamente ante lo que habia dicho, no hizo alguna pregunta o molesto al mayor con lo que sucedió antes. Al menos no hasta llegar a la casa de este, una pequeña residencia en los terrenos de la familia Ragnvindr, una que siempre estaba a disposición del arconte desde siglos atrás y aunque en el pasado no tenía mucho uso, ahora era diferente.

Apenas entraron, Venti comenzó y comenzó a hostigar a Zhongli con las palabas de este.

-Ooh ¿lo olvidaste? Qué bueno que tengo memoria.

En medio de aquella sala, Barbatos subió a la pequeña mesa y aclarando su voz, llevo una mano a su pecho mientras elevaba la otra.

-Frente a usted, en su casa y ante cada generación Ragnvindr que sea leal a Barbatos, declarare mi propósito de amor hacia él

-¡Venti!

-¡Dragoncito!

Con una gran sonrisa, se lanzo a los brazos del arconte geo, el cual soltó su equipaje para poder agarrar a su pareja. Unos, dos y más fueron los besos que recibió por todo el rostro por parte del bardo, Barbatos estaba muy feliz.

-Qué bonito eres, sabía que habías llegado pero mira que lindas palabras dijiste, tan dulce que eres.

Morax no negaría que esos mimos que estaba recibiendo le agradaban mucho, pero no le gustaba el hecho de haber sido atrapado de ese modo.

-Anda, no te enojes, no lo hice mala intención, lo digo enserio… es que, te extrañe mucho.

El puchero y ojitos que el bardo le hacía eran demasiado tiernos para el rey de roca, fingiendo un poco de molestia, ladeo el rostro hacia el menor.

-No me enojare, si me das un beso.

-Pero ya te di muchos.

-No me refiero a besos en mi frente o mejillas, Manzanita.

-Ooh~

Una risueña risa salió de los labios del bardo, para luego llevar las manos a las mejillas del castaño y acariciarlas con cariño lentamente, dejando pequeños piquitos sobre los labios ajenos. Tan inocente y adorable, asi era su manzanita. De a poco, los piquitos se volvieron besos más intensos, donde las caricias subieron un poquito el tono y de estar de pie, Zhongli se encontraba sentado en el sofá con su travieso bardo encima, era peligrosa la situación pero era tan tentador tener entre sus brazos al pequeño arconte.

-Zhongli.

El escalofrió que recorrió por la espalda del arconte geo al escuchar su nombre casi en un ronroneo por parte del dios de la libertad, lo dejaba en shock.

-¡Venti!

Pero como toda buena escena, eran interrumpidos, la gran maestra, la caballera diente de león, se encontraba fuera de aquella cabaña en búsqueda de su amigo. Este, tan concentrado en su dragón se habia olvidado que esta vendría por él para un par de clases especiales que la bruja Lisa le daría.

-Mmh… No es justo, ya estaba cómodo.

El bardo robo un último beso a su amado, para luego bajarse de su regazo e ir atender la puerta. En todo caso, Morax  quedo en aquel mueble quieto, pensando hasta donde hubiera llegado con Barbatos de no ser por la interrupción y sobretodo, como tendría que tratar al dios en su primera vez, él, el patrono sabio de Liyue ahora mismo tenía la mente en blanco.

• • •

Pov´s Venti

-Asi que lo tenías acorralado pero mi querida Jean llego en el momento menos oportuno.

-Bueno, no sé si acorralado porque él me pidió un beso, pero sé que todo estaba marchando bien, que me olvide que tenía tus clases hoy.

-Ternurita, no perdiste la oportunidad, por el contrario, hoy te daré un par de consejitos mas. Jean no me dijo mucho ¿Él se quedara contigo?

-Sí, desde que somos pareja no nos hemos visto mucho y que vivíamos en diferentes lugares da un par de problemitas. Por lo que estará un par de días conmigo, como unas mini vacaciones.

La sonrisa en cara de la novia de Jean a veces me daba un poco de miedo, incluso si solo me conocía como un bardo amigo de su pareja, por sus habilidades supongo sabe quién soy, pero por su naturaleza tranquila y a veces un tanto perezosa, no hace muchas preguntas.

Seguramente no tendríamos mucho contacto de no ser por sus clases, claramente no esperaba que me encontrara en plena biblioteca buscando alguna guía para… bueno, alguien que busca tener su primera vez aunque era difícil, lo poco que encontraba no tenía mucho que ver entre dos hombres. Aunque nunca me lleve un libro en la biblioteca, era demasiado atenta con estos y quizás por lo mismo se entero, brindándome su ayuda a través de Jean ¿No podía ser más vergonzoso? Que un arconte buscara ese tipo de cosas y peor, era atrapado por la pareja de tu amigo y fiel servidora de la nación.

No soy experto y aunque me imagino como seria todo, era tan bochornoso saber que lo llevaría a cabo. Al menos, asi lo pensaba antes de hablar con ella.

-¿Dónde consigo el material para el gel especial que me diste la otra vez?

-Podrías pasar por el pequeño puesto de alquimia que hay cerca de la fuente y preguntar si tienen concentrado de Slime para la venta, por desgracia en laboratorio de la sede no es lugar de fácil acceso para ti, el pequeño Albedo tiene todo muy ordenado y guardado, pero tranquilo, solo necesito que me consigas el material para que yo haga todo, hare un gran trabajo.

-Muchas gracias, entonces iré ahora mismo.

-Por cierto, el juguetito que prepare para ti, parece que lo has usado bastante, digo, ya que acabaste ese gel especial.

-Y-Yo no dije que lo use en eso, en fin, repasemos una vez mas lo que me trajiste hoy, Zhongli debe estar un poco nervioso con Jean, ella es tan…

-Tan hermana mayor, creo que le pondrá un gran muro en la cama hoy.

-Lisa, no digas eso… a ustedes no les puse uno.

Quizás era por nuestra naturaleza casi similar o el hecho de que podíamos hablar abiertamente, pero nos llevamos muy bien.

"Susurros del Viento"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora