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Cyno habia estado atento a cada movimiento del diplomático de Mondstadt, no por la orden del Gran Sabio, sino por la curiosidad que sentía en el fondo, ya que en su interior Hermanubis, el dios con el cual formo un contrato,  parecía no demostrar enemistad con ese hombre, sino que hasta lo sentía familiar. Pero era algo que no quería indagar ni contar, además de informar que el forastero solo estaba de paseo y haciendo compras, no dio más detalle, ya que era una forma más de estar libre para sus averiguaciones sobre la Academia y las sospechas que tenia de los movimientos de esta en los últimos tiempos.

El diplomático no era un problema, sin hablar de que tenía confianza hacia los caballeros de Favonius y los lazos con Lisa, además de que Collei era cercana a algunos de ellos, por lo mismo no quería ser importuno y llegar a meter en problemas a la joven y a su querido Tighnari, quien ya demasiado problemas tenia con el cuidado del bosque, las zonas infectadas, el entrenamiento de otros guardas forestales y la salud de la peliverde niña.

Pero recordando a esas personas, tena obsequios que llevar aunque lo haría durante la noche, ya que su presencia en el día era un poco incomoda para el resto de la aldea, pero siendo Tighnari el único que le conocía bien y al cual quería llenar de atención, tampoco tenía un gran problema en ello, además, con las repetidas cartas que estaban llegando desde la academia a la aldea, debía indagar bien hacían quien estaban dirigidas y si tenía algo que ver con sus investigaciones.

-Libros de lectura y contabilidad para niños… plumas y tintas, además de hojas en blanco, tambien novelas literarias ¿Eso es todo lo que desea, joven?

-Sí, eso es todo, gracias.

Aunque Nari le advirtió de no gastar dinero de mas, su paga era alta y además su hogar en la ciudad, no tenía muchos gasto más que en las cartas que compraba o enviar dinero a su padre, que a veces terminaba devolviéndole el monto total. Pero si no podía comprar cosas de calidad, al menos enviaría cosas del gusto de ambos, dulces o semillas para Collei y… Bueno Tighnari no era materialista, pero habian acordado que el dinero que Cyno enviaba, lo usarían como una emergencia para la gente de la villa o algún viaje que los tres harían en el futuro, incluso si era suficiente, construir su propio hogar en unos años.

Aunque no solo para Collei, Cyno tambien compro dulces extra para los niños de la Aldea, aunque no habian mucho, Tighnari suele entregar algunos a la jefa para que repartiera a los menores mientras le contaban historias del bosque.

Usar su vestimenta de gran juez a veces resalta mucho, pero usar esa parca larga le camuflaba bien durante las noches, aunque eso no funcionaba mucho con “él”.

-Enserio Tighnari, de que sirve escabullirme a la aldea si tú me esperas a mitad del camino.

El Fenet señalo sus orejas, recalcando la obvia razón de que sabía de su cercana presencia.

-Te advertí que las rutas de patrullaje pasan siempre por la zona cerca de mi casa y que no quiero que los guardas forestales se exalten, apenas logro inculcarles responsabilidades para que uno se arriesgue a explorar por un ruido y termine herido por hacerse el valiente.

-Lo sé, lo sé… pero aun asi quería venir.

Ambos caminaron hacia la primera cascada y ocultarse en las cercanías, sean los mercenarios que protegían las cercanías de la ciudad o los vigilantes de la Villa Gandharva, no querían ser obvios.

-¿Qué compraste ahora?

-Te aseguro que es algo necesario, no me mires con esa mala cara.

El fenet soltó un suspiro, no entendía el porqué su novio le llevaba la contraria a veces pero era más llevadero eso que soportar sus malos chistes, lo amaba pero a veces quería ahogarlo con alguna solsetia para interrumpirlo… aun asi, es una buena persona.

Con su entrenamiento y todas las misiones tan… sangrientas que el peliblanco realizaba, en un momento pensó que jamás seria capaz de estar cerca de otra persona que no estuviera relacionada con su trabajo, un compañero y aunque era algo que sabía no duraría para siempre, ya que las traiciones existían en todos lados… conocer a Tighnari cambio todo eso, pensar que lo habian enviado para investigarlo por sospechas tan burdas… seguramente fue porque su querido zorro representaba alguna variable no deseada por la academia… ¿representaba? No, quizás aun lo es, ya que este rechazo un puesto junto a su propio profesor, incluso rechazando financiación en sus investigación y simplemente se alejo de todo ese ajetreo para vivir en la Villa como un guardabosque.

-¿Cómo ha estado Collei?

-Es… Inestable, a veces amanece bien pero otros días no tiene energías, incluso si me dice que esta bien, es obvio que no, aunque le doy trabajos pequeños o simplemente le digo que estudie, ella quiere hacer más pero su cuerpo no soporta tal carga.

-¿El eleazar avanzo mas por sus brazos?

-Sí, no mucho ya que tiene cuidado con sus vendajes, pero el medicamento e inciensos no mantendrán a raya la enfermedad ¿Aun no hay avances en las investigaciones?

-No, solo pueden aminorar algunas dolencia con medicamento placebo pero… no es una cura.

-Realmente que esa niña pase por más cosas aun con su pasado... no que tipo de destino juega asi, siniestramente contra una muchacha tan buena.

-Al menos… la visión ayuda un poco, no le curara pero esta retrasando los efectos en cierta medida.

-Si, en eso tienes razón pero ¿Por cuánto tiempo?

Al gran juez no le gustaba ver decaído a su amor, Nari era serio con sus deberes y el de los demás, pero no por ello no tenía preocupaciones por otros y por lo mismo, encargo a su cuidado a la niña cuando regresaron de Mondstadt, él no tenía la capacidad de brindar aprendizaje a un menor y con su trabajo, era aun más complicado pero su querido zorro es un buen maestro, exigente hasta un punto, pero enseñaba con el corazón y tenía un gran apego con Collei.

-Mi amor, no le pasara nada, ella superara todo.

-Pero Cyno…

-Tiene un gran espíritu y fortaleza, es tímida e insegura de sí misma, pero en estos pocos años creció ¿no? Soportara esta etapa e iniciara sus estudios en la academia tanto como desea y le ayudaremos ¿Si? Confía en que será asi.

-Si… tienes razón, no tengo porque poner en duda la capacidad de la dulce niña a la que cuidamos.

Ver la esponjosa cola de su novio moverse suavemente ante el optimismo que le brindo, le alegraba… le ponía feliz calmar las dudas de su pareja en ese momento, si era por él y Collei, eliminaría cualquier obstáculo que interfiriera con su felicidad.

Ocultos entre las hierbas, en medio de la luna nueva y bajo el cielo de Teyvat… el gran juez y el guarda forestal se relajaron por un momento ante la incertidumbre sobre el futuro de la joven que tenían bajo su cuidado, la hija que ambos cuidaban a su manera.

"Susurros del Viento"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora