"Susurros del Viento"

C:14

Pov´s Venti

-Saiguu  educo a una Kitsune demasiado atrevida.

-Oh por favor, te queda hermoso.

Con esa sonrisa tan perversa, solo denotaba la verdad en sus palabras y las ganas de jugar conmigo, pobre del alma que caiga en las fauces de esta sacerdotisa. No entendía porque debía vestir con esta ropa del templo ¿no sería más sospechoso? Al menos era un método medianamente bueno para ver más la ciudad.

Mas mi atención termino en un tipo gigante de cuernos, que era arrastrado por unos soldados… Con ese cuerpo sería fácil liberarse de ellos.

-Vaya ¿Interesado en gigantones?

-No bromees, pero ¿Qué sucede? No tiene cara de mala persona.

Un  gran suspiro salió de los labio de ella ¿acaso el loco soy yo?

-No lo es, ese muchacho es un oni un tanto atolondrado de buen corazón, no es la primera vez que veo que se lo llevan preso. Suele alterar el orden pero por torpes juegos de niños, aunque hace un tiempo tuvo una pelea con  una tengun que sirve a Shogun Raiden.

-Dejame adivinar, se quedo sin visión.

-¡Bingo! Tenía una visión geo.

-¿Geo?

¿Morax se golpeo la cabeza cuando entrego una visión a un medio mortal tan extravagante? Bueno… mis elegidos tampoco se divierten muchos pero…da igual ahora.

-En pocos días lo liberaran. Sigamos.

Continuamos caminando, como lo suponía, los humanos aquí eran demasiado reservados con una familiar del arconte. El cambio en el viento me saco de mis absurdos pensamientos, un portador anemo estaba cerca.

-Yae… ¿hay portadores en las filas de tu amiga kagemusha?

-Mm…sí, creo recordar a una pequeña ninja que sirve a la comisión Yashiro y un muchachito curioso que trabaja para la comisión Tenryou.

-Ehe~ presiento alguno en las cercanías.

-Posiblemente sea el jovencito, quizás le gustaste.

-De verdad tienes el mismo humor que Saiguu.

Suspire pesadamente y le seguí ¿Qué rayos debe ver ahora? Prácticamente me lleva como en un desfile, ni una máscara me pudo dar para esconder mi rostro y que ese niño nos siguiera solo me sentía más incomodo además de molesto.  Apenas llegamos a la dichosa editorial, me fui al fondo del edificio para relajarme un tanto.

-Para estar espiando eres muy malo.

Espere un poco y pude ver a un pelirrojo bajar del tejado.

-Vaya, pensé que era lo suficientemente cuidadoso pero me descubriste.

-No, no fui yo.

Mentí.

-Aun asi es un descortés vigilar asi a las personas.

-Simplemente hago mi trabajo, no todos los días voy al templo pero recuerdo a todas las sacerdotisas y es la primera vez que te veo.

Oh no… vamos Barbatos, miente con toda tu gnosis…un momento.

-¿Es asi? Al contrario yo si le vi, detective Heizou.

Gracias vientito mío, algo de este elegido debía saber. Aunque en vez de sorpresa, tenía una cara feliz ¿Qué bicho le pico a este?

-Vaya, asi que llame la atención de alguien tan bonita, debería sentirme alagado.