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Durante el transcurso de cinco días, Morax y Barbatos permanecieron en esa cueva, esa fue la cantidad que el dios de los vientos necesito para liberar todas esas almas, para recuperarse un poco pero aun existía el riesgo de la contaminación en el cuerpo de este. Permanecer más tiempo en Espinadragon era descartado, aunque mantenía alejada las tempestades que la irregularidad de su poder creaba, que Barbatos permaneciera en un tierra con la sangre envenenada del difunto Durin aun era peligroso para la recuperación de este.

-¿Por qué quieres ir a la antigua capital?

-A pesar de no estar del todo bien, ahí podre sentirme un poco mejor aunque sea realmente extraño. Los mortales no deambulan mucho ahí, de hacerlo hay caballeros que le mantienen en cierta zonas… además Dvalin vive ahí ahora, aun no me gustaría que él este muy cerca mío, ya sufrió mucho antes.

-Al menos permite que este junto a ti, sería más seguro para ti.

-Zhongli, ya te aleje mucho tiempo de tu vida y nación, lamento darte preocupaciones a ti y los demás, pero sé que podre solo, además estoy angustiado por Xiao, se marcho lleno de pesar y la verdad quiero que borre de su cabeza que lo que me paso puede estar relacionado con él, te lo pido, regresa.

El arconte anemo esperaba una rápida respuesta de afirmación, mas quedo estupefacto ante la tardanza de esto ¿Por qué Morax no respondía con un “de acuerdo”? Si, Venti tenía razón y los motivos para regresar eran razonables, aun asi el dios de la roca estaba un tanto reacio a marcharse.

-Yo estaré bien, además si hablas con el maestro Diluc, el podría visitarme y ver mi  estado junto a otra amiga, se que entrar en letargo me ayudaría pero no deseo eso por un tiempo.

-Al menos Dejame acompañarte hasta ahí.

-No, no hace falta, pasare por los límites del Reino de los Lobos, no es que tenga un enemistad con Andrius, por el contrario, pero tiene un pequeño mortal con buen olfato y siempre deambula, no sería prudente que me vean o a ti, asi que tomare mis recaudos. En las cercanías del viñedo tendremos que separarnos, es lo mejor.

Aunque Barbatos hablara con la verdad y toda la razón, el gran asesor era un hombre terco e intranquilo, a pesar de su fachada de mortal. Muy, muy a su pesar, tuvo que aceptar el pedido y condición del bardo de trenzas, tampoco tenía otra opción pues si debía regresar ya a su vida normal.

• • •

-¿De verdad debes llevarme asi?

-No puedes volar y tu caminar es lento, de esta forma será más rápido.

Venti agradecía que Zhongli no podía verle la cara, pues notaria lo rojo que estaba, casi como las manzanas que tanto le encantan. El bardo no esperaba terminar agazapado en la espalda del arconte, el cual le sostenía por los muslos mientras bajaba de la montaña.

Aunque podría culpar del enrojecimiento al mismo frio, algo que Morax pensó ya que un suave rubor  esta presente en sus mejillas y orejas, pues al tomar nuevamente su físico como mortal “olvido” materializar sus guantes, por lo que era más fácil sentir la masa muscular y lo suave que son los muslos de su amigo anemo. Si, ambos casi pasaron por alto el estar abrazados por días en una cueva completamente a solas por el hecho del estado de Barbatos, que la cercanía y contacto de la situación actual les resultaba penosa.

Ante la nula posibilidad de que Venti regresara a su forma habitual, mantuvo su cuerpo de arconte, manteniendo sus alas lo mejor resguardadas contra la espalda, llamaban demasiado la atención.

En el camino rumbo a las cercanías del viñedo amanecer, Morax tomo un atajo por las cercanías de la castada pero evitando un campamento de hilichurl, no era complicado pelear con un dios agotado aferrado al cuello lo era un poco ante el estado del mismo. Aunque tomo mas precaución cuanto más llegaba la estatua cercana al viñedo que el mismo Venti señalo, Morax que jamás paso mucho tiempo en Mondstadt o al menos presto mucha atención siendo su motivo principal el mismísimo bardo, ahora podía mirar a los habitantes de la nación  vecina de una manera mejor mientras trabajaban en el viñedo, cosechar uvas y manzanas, sin contar las hierbas y bayas del lugar, era interesante que tantos cristalopteros rondaran la mansión del mortal Ragnvindr, quizás los mismos eran responsable del sabor del vino.

"Susurros del Viento"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora