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-Asi que ¿La capitana Beidou? Es un nombre un tanto familiar, pero no recuerdo de donde.

-Sí, es reconocida por sus hazañas y habilidades, hasta el momento es la única en llegar al Puerto Ritou con seguridad. Para los soldados o para mi es imposible llegar ahí a salvos, e incluso si un civil del pueblo se ofreciera  sería peligroso.

-Entonces ¿un civil extranjero sería lo más indicado?

Una tenue risa salió de los labios de la sacerdotisa divina, ese joven de Mondstadt era muy directo.

-El general Gorou me informo que fue muy sigiloso en llegar a nuestro cuartel, no suelo fiarme de la intuición pero con usted podría jugarme una aleta.

La risa del arconte no tardo en escucharse, esa joven estratega le agradaba, no se andaba con rodeos.

-Bueno, he sido tratado bien y a pesar de no tener alcohol, debo devolver su gratitud aunque sea solo siendo un cartero ¿no?

-Seria una muy buena manera.

Ambos caminaron por las ruinas del antiguo templo de Sangonomiya, Barbatos no podía creer lo alejado que estaba de la capital de la nación electro, la historia de Orobashi u Okigami, como una sacerdotisa le dijo ¿tenía más de un nombre?

Le pesaba que la tierra ahí no era tan fértil, las dificultades de conseguir alimentos y materiales médicos, la mayoría de los jóvenes estaban en la fila de la resistencia sumando a voluntarios que llegaron… pero, no podía hacer más que llevar una carta la capitana de Liyue y esperar que menos muertes ocurran, que Baal comprendiera lo mal de sus mezquinas decisiones, que no estaba sola para afrontar el dolor de una perdida.

-Su excelencia, disculpe si interrumpí.

-Oh Gorou, descuida, solo me relajaba junto a nuestro amigo.

-Ehe~ es un gusto ser su amigo. Prosiga general.

-Gracias, Excelencia, los aldeanos están un tanto angustiados y aunque sé que esta aun ocupada, creo prudente que usted y el resto de sacerdotisas del templo los tranquilizara de momento.

-Espero no ser la causa de la inquietud su gente.

-Aunque me gustaría negarlo, es una posibilidad.

-Incluso cuando explique qué venia de Mondstadt, ellos aun desconfían que sea asi y más con una visión.

-Creen que trato de engatusar a la sacerdotisa que los protege… mmm…quizás, podría darles un incentivo para que mi presencia no les cause estrago e incluso les anime a lo que aun deben afrontar.

-¿Incentivo? Por favor, soy toda oídos.

-Crear un pequeño relato de una amistad de la gran serpiente Orobashi y el arconte anemo.

-¿E-Eh? ¿Pretende MENTIRLES?

-Es más una pequeña leyenda, las historias con el tiempo cambian y terminan como mitos o leyendas. Aunque existan historias escritas, las que más prevalecen o se recuerdan mas, son las historias verbales, de boca a boca que por sus oradores algunas cosas cambian.

-Funcionaria, si se lo hace bien nos ayudara a mantener los ánimos.

-Aunque es mejor que permanezca entre la gente, si esto se terminara difundiendo, sería malo una guerra entre Inazuma y Mondstadt solo por un pequeño cuento. Decir que es algo solo de esos dioses ha guardado en secreto, sería lo más conveniente.

-Entiendo, no necesitamos más problemas. General Gorou, reúne a todos en el pueblo, tendremos una asamblea junto a un pequeño banquete.

•••


Pov´s Venti

Qu salvación, mi bocota y yo debemos tratar de no hablar más de la cuenta, creo que ni ebrio diría tantas cosas, aunque lo segundo es más imposible que lo primero. La gente del pueblo creyó mi pequeña mentira, los dioses no somos seres perfectos ni mucho menos, mentir es algo normal para nosotros como para los mortales.

-Me alegra que esto funcionara, Venti o no sé si una pequeña guerrilla contra usted se hubiera creado.

-Era la única manera de tener todo tranquilo hasta que logre irme de Inazuma.

-Es un largo viaje de regreso ¿no?

-Asi es.

Nos quedamos en silencio, aunque parecía firmes en sus palabras y comportamientos, parecía que este lindo cachorro tenía ganas de comentarme algo.

-Tiene cara de preocupado, general.

-¿E-Eh? No, no es eso…solo que, hablar contigo Venti me llena de recuerdos.

-¿Mm? ¿Recuerdos?

-Sí, tengo un amigo al cual no veo hace tiempo… él lleva una visión anemo como usted.

-¿Si? ¿Qué paso con ese amigo?

-… es una historia un tanto triste.

-Asi son las historias de muchos amigos, general.

Le vi suspirar, cuestionarse internamente si hablar de  ese amigo… lo de su sangre son tan leales.

-Si asi puedo tenerlo presente aunque sea en mi cabeza, esta bien.

Y asi, me esponjo nuevo amigo me conto la historia de Kaedehara Kazuha, un samurái de joven de una familia de renombre en Inazuma, su clan perteneció fue una de las escuelas herreras a la cual la misma Baal le enseño técnicas de forja… con los siglos, de las cinco originales solo quedan dos clanes que continúan ese legado, el Amenona y el Kaedehara.

En palabras de Gorou, Kazuha tiene una gran habilidad con la espada, como si danzara con el viento entre las hojas de arce, le gustan los poemas asi como beber… sería interesante conocerlo.

Para mi cuestionada suerte, no ha sabido de este en años, tras la muerte de su mejor amigo a manos de un tengun a servicio de Raiden, se ha mantenido prófugo, siendo ahora un samurái errante. El paradero de este vario entre rumores, entre que estaba con la resistencia, que huyo a Sumeru y otras tantas… parece que ningún anemo la tiene fácil.

-Es una dura historia, después de todo… perder a un amigo no es nada fácil.

-Sí, solo espero que este a salvo y el viento que tanto le gusta lo mantenga a salvo.

-Incluso a esta distancia, Barbatos podría escucharte.

-Es tan raro, quiero decir. Aunque Shogun Raiden gobierne Inazuma, eso no incluye Sangonomiya, como dijo en la tarde, la historia del enfrentamiento tiene versiones según quien lo cuente… pero, tengo curiosidad por el exterior, como es Liyue, aunque su arconte ha caído, mi visión es geo y quisiera entender porque fui elegido.

-Muchos se cuestionan el porqué fueron elegidos, tambien muchas son las versiones de porque los arcontes dieron visiones. Pero siempre dicen que hay conexiones entre los sentimientos, el deseo de los mortales… quien sabe porque llegan las visiones, si es que un día ya no llegaran…

-Es verdad… agradezco tener la mía, no lo esperaba pero me ayudo mucho y puedo proteger un poco más a mis compañero.

-Es un noble deseo, que bueno fue venir aquí.

-Espero que en un futuro no muy lejano, puedas regresar sin que exista una guerra de por medio, me gustaría escuchar mas canciones.

-Tenlo por seguro, en un futuro no muy lejano, todo finalizara y tendrán un largo pero buen cambio a lo sano y nuevo, las heridas no se borran pero uno aprende a vivir con ello… aunque no sea con la arconte, pueden llevarse bien con el resto de las personas de Inazuma.

"Susurros del Viento"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora