"Susurros del Viento"

C:42

-Gracias muchachos, les agradezco que me hayan acompañado hasta aquí.

Xianling y Xinqiu acompañaron al rubio viajero hasta la posada Wangshu, aunque para ellos era una distancia algo alejada en el estado que Aether se encontraba, este solo quería descansar de travesía en Inazuma y era mejor si era apartado de tanta gente como era en el centro de Liyue.

-Aunque es Dr. Baizhu te ofreció acompañarte e incluso medicinas, las rechazaste ¿Por qué?

-Estoy agradecido por la atención que siempre me brinda, no quería robarle su tiempo con otros pacientes cuando a mi me tomara un par de días mejorarme.

Aunque la sonrisa radiante de Aether era característica y causaba más de un suspiro a algunos, esta vez se veía un poco decaído.

-Le quise pagar las atenciones pero se negó, aunque lo acepte no me hace sentir bien, quisiera al menos devolverle su ayuda con algunas hierbas para medicamentos.

-En ese caso, permíteme el honor de tan caballerosa acción, después de todos somos amigos y no permitiré que te aventures en esas condiciones.

-Xinqiu tiene razón, déjanos a nosotros buscar las hierbas.

-Paimon ayudara, no quiero dejar solo al viajero pero aquí estará a salvo, yo puedo llegar a las que están muy arriba.

-En ese caso, Xianling y Paimon irán juntas, yo buscare a un amigo para que me ayude tambien.

-Como se que insistirán, prometan que no se arriesgaran tanto y que no llevaran una montaña de hierbas, no quiero que sea exagerado.

-Entendido, tú tranquilo, las tierras de Liyue aunque ahora no tengan a su arconte, siguen bendecidas por él. Tu ve a tu cuarto a descansar, cuidaremos de Paimon y regresaremos lo más pronto, si nos toma tiempo volveremos en la mañana temprano.

Aunque para el viajero era demasiado tiempo trabajo para que le ayudaran, lo agradecía y mas que cuidaran a su querida guía. A pesar que las veces anteriores subía las escaleras, aun sentía el cuerpo pesado por lo cual tomo el ascensor.

Tanto el acuerdo como el marchar de ese trió, asi como el viajero subiendo a la posada fue presenciado desde la cima del árbol por Xiao. Ansioso, nervioso e incluso incrédulo el Yaksha trato de calmarse lo mas que podía pero era difícil, tras meses desde su partida a esa nación en medio del océano, Aether, su querida luz habia regresado pero con un aura tan rara, incluso parecía otra persona por momento.

Aether llego a la recepción, solicito un cuarto a la jefa y subió a este a paso cansino hasta que logro llegar a la habitación, dejar sus pertenencias en un costado y asi desplomarse en la cama, sus piernas dolían de toda la caminata y su cabeza daba vuelta, incluso tan lejos de Inazuma se sentía mal. Un sabor agridulce se instalo en su boca asi como un vacio en el estomago ¿Qué habia logrado en esa nación? Aunque mencionaran sus proezas, hazañas y todo eso, no tenía ni una pista de su hermana y termino con un dolor aun más grande en el pecho, a pesar de tener a Paimon a su lado siempre, habia cosas que no podía decirle a la pequeña guía, no quería decepcionarla o asustarla.

-Xiao.

-¿Me llamaste?

Aunque solo fue un pensamiento en el adeptus, no dudo en nombrarle, se arrepentía pues sus problemas  no era algo que el resto y menos el cazador de demonios debía escuchar. De repente se puso de pie para disculparse, pero el repentino mareo y dolor en su espalda, causo que cayera de rodillas junto a la cama.

-¡Aether!

Alarmado, Xiao se acerco y ayudo al rubio a sentarse en la cama, permaneciendo él de rodillas frente a Aether.